¡VUESTRA PEOR FOTO!

Y llega un día en el que te das cuenta de que hay que viajar más. Viajar…y lo que surja. A tu manera. Al fin y al cabo, la manera de uno es la mejor para hacer eso que más le gusta.

Si te fijas bien, viajar es vivir. Hay señales por todas partes que nos avisan de ello. Nos pone a prueba. Nos hace arriesgar. Y nos hace invencibles por dentro, por fuera y…otras cosas que alegran la vida. Enfrentarte a lo desconocido y a ti mismo. Sacar tu lado más voyeur y darle a la tecla “OPEN MIND” (como dice mi hija). Olvidando y dejando los prejuicios atrás. Descubriendo lo auténtico. Ver lo que hay al otro lado y comprobar que lo tuyo no es lo mejor es una lección de humildad que todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, deberíamos recibir cada cierto tiempo. Porque cuando nos quedamos demasiado rato con el culo pegado al sofá, se nos vuelve a olvidar. Y esto con un viaje “de fin de curso” no es suficiente.

A veces vas viajando sin mirar. Son viajes de usar y tirar. Pero, aun así -en el peor de los casos- viajar engancha. Una vez que viajas…no hay marcha atrás. Nunca deja indiferente. Habrá lugares que se nos hayan escapado, pero habrá otros que nos dejen sin palabras. Y es que más que ir de un sitio a otro, a veces viajar es escapar, caminar sin prisa, vagar sin rumbo, descubriendo en las callejuelas otras maneras de pensar para darme cuenta que la mía no es la única ni la mejor. Y es que el mundo es demasiado grande para quedarte día tras día en la misma esquina. Es más grande de lo que nos hacen creer. Y las culturas que lo habitan hay que conocerlas y entenderlas…para entenderte. Pasarán cosas, o harás locuras, que te harán preguntarte si sabes quién eres realmente. Cuando esto pasa, cuando lo ves con tus propios ojos, ya lo sabes de primera mano y nadie te engañará con milongas. Te irás de una manera y volverás de otra distinta. Será el mismo cuerpo, serás la misma persona, pero habrá algo que viaje a viaje, ruta a ruta, te toque la fibra y se meta en tu alma. Nada sale de la nada. Es algo extraño que sí o sí siempre pasa.

Cada viaje será como tú estés, tus ganas y la compañía. Eso será lo que dará forma al viaje. Porque vives diferente cada vez que viajas. Y si toca familia, volveréis a encontraros de nuevo. ¡Todos los sentidos trabajando horas extras! Haciendo preguntas que nunca hacemos, cambiando planes sobre la marcha y regalando confidencias. Sumando historietas para el próximo viaje…y vuelta a empezar. Recordando lo vivido juntos. Y no dejando de hacerlo. NUNCA. ¡Aquí no hay límite que valga! Porque nada nos hace más ricos. Porque la vida no vuelve…¡y porque no es lo mismo una postal que vuestra peor foto!

Deseando volver a subir a un avión y volar. Donde sea. Tener entre mis manos otra vez menús en cirílico, oír hablar en idiomas que no entiendo, probar sabores nuevos. Y recordando lo redondo que es el mundo y las maravillas que me están esperando lejos del sofá. Eso me apetece. Viajar lo que se pueda…y más.


AVISO: Siempre cumplo mis amenazas. Siempre que se pueda.

Coco.

Un poco de la foto: Si vais a Sofía, id al Museo de las Ilusiones.

Salís muy «OPEN MIND» (Laura dixit).

¡COMPROBADO!

spot_imgspot_img

Suscríbete

Seguro que te gusta

10 años aquí…

10 años aquí, y seguimos. No te voy a...

La puerta abierta.

Ha caído en mis manos un interesantísimo libro que...

Cogito EGO sum

No, no has leído mal, pone EGO, así bien...

Mis Jedi

La vida está llena de decisiones difíciles: elegir entre...

23 LECCIONES DEL 23

Decir que no a lo que no. Y ser...
Artículo anterior«…con la pólvora seca»
Artículo siguiente#VEINTICINCORAZONES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Share This