Venga ahora dime que tú eres una hermanita de la caridad de esas que va pregonando a los cuatro vientos lo buena gente que eres y lo transparente y cristalina que te muestras.
Admítelo cuanto antes las personas mienten, si y todos mentimos. Se las metemos dobladas a los demás y nos las meten, pero también nos mentimos a nosotros mismos. Como una vez escuche en una conversación de esas de horas extrañas con gente que echo en falta, entre muchas divagaciones salió una frase que a día de hoy me resuena en mi cabeza «El porcentaje y la distribución entre nuestras verdades y nuestras mentiras es el que nos define como personas más o menos normales de los sociópatas y psicópatas trastornados.»
Las personas sinceras no van pregonando que son sinceras, pero ten cuidado con las mentirosas esas necesitan de una vida paralela para mantener todo lo que mienten y al final te lían, te enredan y te cabrean.
Yo también miento, muchas veces me he sentido muuuy jodido y con tal de darte en la boca con mi mejor de mis sonrisas cuando me has preguntado te he dicho ¡Estoy superbién!
Ya sabemos que aquí todo el mundo miente menos tú pero deja de mentir y de mentirte y en el mientras tanto no te mientas tanto.
Caye