Sienta bien madrugar un domingo y ver amanecer caminando «a la vora de la mar».
Sienta bien saber que los tuyos están, que siguen contigo y te siguen regalando horas, días y esperemos que sean años de salud y bienestar.
Sienta bien escuchar a una amiga al otro lado del teléfono ilusionada con su nuevo amor/ligue/crush/llámalo como quieras, y más aún cuando lleva toda la vida jugando al gato y al ratón con él y precisamente ahora se han alineado los astros para que puedan coincidir en tiempo y espacio.
Sienta bien, saber que hay personas cerca disfrutando del éxito. En su vida, en su trabajo, en su familia o en cualquiera de sus facetas.
Sienta muy requetebien saber que estás en el mercado. Que hay ofertas de trabajo en las que encajas, y que te encajan. Que lo que has hecho a lo largo de los años sirve, y sirve mucho. Aunque sepas que algo no es para ti, está bien «autoevaluarse» y practicar destrezas que creías tener olvidadas.
Sienta bien ayudar a otras personas. Saber que lo que tú haces les hace bien.
Sienta bien hacer planes. Da igual que sean de futuro, de finde o que te montes «el cuento de la lechera», pero visualizarte en esas situaciones imaginadas, sienta muy bien.
Sienta bien el sol en la cara, pero también sienta bien ver llover.
Sienta bien escribir y desahogarse, y sienta muy bien saber que me lees.
Reyes