EL PRECIO

Fase 2 y sumando.
No ha sido el apocalipsis.
Y sí. Va a haber un día después de la pandemia.
Hay un antes y un después. Un antes al que ya no volveremos porque, para empezar, nos ha tocado cambiar de la cabeza a los pies nuestra forma de hacer casi todo lo que hacemos. Algunas cosas nunca volverán a ser como antes porque las soluciones diseñadas para ayer, ya no nos sirven hoy y las prioridades que tenías hasta este momento, ya no lo son. El mundo ha cambiado muchas veces y ahora lo está haciendo otra vez.
Probablemente si ahora volviéramos a sentarnos y pensar en qué nos gustaría tener en nuestras vidas, cambiaríamos algunas de las cosas que elegimos y las sustituiríamos por otras. Estas movidas nos hacen seguir revisándonos y ver qué estamos haciendo mal.
¿Vamos a ser mejores después de esto? Nadie lo sabe. Nadie sabe si será para mejor o para peor. Lo único cierto es que no vamos a ser los mismos. El mundo no va a ser el mismo. Visto lo visto, todos vamos a perder. Bueno, rectifico. Todos, poco o mucho, hemos perdido ya. Es posible que salgamos de esta situación fortalecidos y mejores pero somos, y seguiremos siendo, mortales y frágiles. ¡A ver si esta lección la aprendemos de una vez!
No son tiempos sencillos. Durante setenta y tantos días todo se congeló. Ahora toca regresar ahí afuera. Y toca, a toda la humanidad, hacer el esfuerzo del cambio a esta nueva manera de vivir. No es tarea fácil. Sólo hay que querer hacerlo. Al fin y al cabo se trata de quedarse con lo que verdaderamente signifique para cada uno.
Entramos en una etapa de reconstrucción. Es, hoy por hoy, nuestro gran desafío. La vida nos da la oportunidad de hacerlo ahora, y si este escenario nos pide parar, tratemos de seguir el consejo y hacer lo que nos pide. Hay que revisar todo.
Si esto no hubiese pasado, sabríamos menos sobre nosotros mismos y sobre quienes nos rodean. Ahora sabemos de qué va la copla. Y sabemos que algunas cosas, sí o sí, deben estar en nuestra vida a diario simplemente porque nos hacen bien y cuanto mejor estemos, mejor estará el mundo. Nunca nada nos había hecho valorar tanto un beso o un abrazo. Valorar…las cosas sencillas de la vida. Pero no hay que hacerlo todo hoy y ahora. Los días no se acaban. Lo importante es…hacerlo.
Yo, como muchos (¡como todos!), deseo salir de esta pesadilla pero con paz, poco a poco, conservando todo lo que he conseguido en este encierro y llevándolo ahí afuera. ¿Sufro el “síndrome de la cabaña”? Es posible. No me convence la idea de salir YA porque toca y menos si no lo sientes. Siempre he creído que tenerte en cuenta a ti es tener en cuenta a los demás. Y para mi lo importante es poder ver a los demás EN LIBERTAD: dónde, cuándo y cómo nos dé la gana. Y esa libertad empieza en el sentido común de cada uno de nosotros. En lo que cada uno entendemos por…RESPONSABILIDAD.

Y esa responsabilidad,mía, tuya y la de todos, es el precio…de la libertad.

Coco.

Fuente de la fotografía: Pinterest.

spot_imgspot_img

Suscríbete

Seguro que te gusta

10 años aquí…

10 años aquí, y seguimos. No te voy a...

La puerta abierta.

Ha caído en mis manos un interesantísimo libro que...

Cogito EGO sum

No, no has leído mal, pone EGO, así bien...

Mis Jedi

La vida está llena de decisiones difíciles: elegir entre...

23 LECCIONES DEL 23

Decir que no a lo que no. Y ser...
Artículo anteriorTodo diferente
Artículo siguienteQué injusta es la vida

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Share This