Os voy a contar algo a riesgo de que me llaméis gilipollas o algo peor.
Me he dado cuenta, hace relativamente poco tiempo (y a pesar de la edad que gasto), que a veces voy tan de culo que soy incapaz de enumerar las cosas que me hacen feliz. El día que me puse a elaborar esa simple lista me dí cuenta que no podía completarla. Con lo cual, no la hice. Llevo días dándole vueltas a este asunto y empiezo a tener alguna pista. Espero que para cuando acabe con este post tenga alguna más.
Y es que se habla mucho de la felicidad pero muy poco, poquísimo, del día a día.
Felicidad. Esa sensación que llega de la mano de un QUÉ o de un CÓMO. Y, por supuesto, de un QUIÉN. O de muchos QUIENES.
Todos tenemos bajones. O días extraños. Y es más que evidente que esto sucede cuando estás al límite. Y es también en esos días cuando apenas te enteras de lo que está pasando y, menos aún, de lo que de verdad te hace feliz. Porque lo raro de la felicidad es que no sabemos cuando la estamos viviendo y es mucho más tarde, al echar la vista atrás, cuando caemos en la cuenta de lo felices que fuimos.
Vivir es peligroso. Es un curro de narices que, a veces, te deja sin aliento. Te metes en la rueda, pones el turbo y… Pero no. ¡Te agota! Llegados a este punto, el del agotamiento, toca cambiar de estrategia. Sí o sí. Hasta aquí lo tengo claro.
Una vez oí que lo que pasa siempre es mejor que lo que podría haber pasado. Otra vez alguien me dijo que a la felicidad hay que llamarla porque los efectos que produce lo merecen. Y hace unos días me contaron que no es igual coleccionar momentos felices que sentirte feliz al pensar tu vida. Algunos diréis ¿y tú que opinas? Pues os diré que yo estoy en ese momento de mi vida en el que la llamo a gritos. ¡Y no sólo una vez! ¡Todas las que haga falta hasta que me haga caso!
Y sí queridas y queridos. Me temo que la clave está en eso. En ir a por ella.
Porque lo de quedarme sentadita esperando a que llegue es como esperar a que pase el verano para apuntarme al gimnasio…¡UNA SOBERANA MENTIRA!
Coco
Fuente de la fotografia: Pinterest