Desconectar el despertador...hasta nueva orden. Desvelarme...y seguir durmiendo. Madrugar porque me da la gana. Retozar. Olvidar el día de la semana. Hacer maletas. Deshacer...
¡Ay! Las tentaciones... Esas de las que siempre huimos y que siempre nos acaban alcanzando.
Empieza el calor y empiezan las tentaciones, y las tenemos...