«Procrastinar: Del lat. procrastināre. Diferir, aplazar»
… Y desde hace un tiempo, mi palabra favorita.
Si, mi mal vicio tiene nombre, ¿o es una buena costumbre?
El caso es que hace años que funciono así, dejándolo todo para después y siendo sincera, no me ha ido del todo mal. Es más, consigo hacer las cosas mejor bajo presión, cuando se acerca la fecha límite yo rindo más. En ese momento no se permiten distracciones y eso hago, me concentro en lo único importante, y así consigo el objetivo.
Dicho esto entenderéis que en mi casa los adornos de navidad se ponen el día de nochebuena por la tarde, casi a la vez que se pone la mesa. Los exámenes se siguen estudiando dos días antes (como mucho) y las prácticas de la universidad se entregan en el último momento.
Los post también los escribo en el momento límite… es domingo, son las 1:10 h de la mañana y estoy escribiendo esto para que tú lo puedas tener en tu mail a las 7:00 h antes de irte a trabajar.
Yo creo que procrastinar es una forma de vida, los que lo hacemos no estamos orgullosos de ello (aunque deberíamos). Creeréis que somos unos vagos, pero no es así, es solo que nos gusta la emoción, sentir la adrenalina cuando se acerca el final del plazo y después disfrutar sabiéndonos capaces de superar las pruebas con nuestro esfuerzo.
Ya se lo que me vas a decir, que algún día no llegaré, que no se puede ser tan confiad@, pero ¿sabes una cosa? Eso es lo que le da emoción.
En la universidad me enseñaron que «Sin riesgo no hay beneficio», y si pierdo, no pasa nada porque soy consciente de que me la estaba jugando.
Reyes
Fuente de la imagen: Pinterest
Me encanta la palabra!! Y yo procrastinando sin saberlo!!