¡Ya lo tengo!, por fin he conseguido encontrar el regalo que quería.
No te creas que ha sido fácil. He dado muchas vueltas, pero entre corbatas, pañuelos, bolsos y paraguas, he localizado lo que buscaba y estoy segura de que te va a gustar más que cualquier otra cosa.
Cuando llega esta época nos volvemos locos. Todos compramos regalos para todos o hacemos un amigo invisible y sólo compramos un regalo, pero nos devanamos los sesos por saber qué es lo que más le gustaría recibir a la otra persona. Es una tarea difícil y le dedicamos todos nuestros esfuerzos, dentro del tiempo que tenemos libre, porque las vacaciones en el caso de que las tengamos son siempre después de los regalos. Así que salimos de trabajar y nos vamos de compras, o le dedicamos el día libre completo a la gran búsqueda.
Hasta aquí todo normal. Ahora viene el problema. Si dedicamos los ratos y días libres a buscar los regalos, estamos dejando de lado otras cosas, ¿no? Por ejemplo, pasar el día con los amigos, la familia o la pareja… y la pregunta es, ¿Encontraremos un regalo cuyo valor compense el tiempo que no le hemos dedicado a esa persona?
Recientemente he visto un video de un experimento sociológico que me ha dado mucho que pensar. (Puedes verlo pinchando aquí). Así que he decidido que este año voy a regalar experiencias. He escrito unos «Vale por ….» para que los míos decidan en qué podemos emplear una mañana o una tarde juntos. Seguro que eso sí les hace felices pues el tiempo que pasamos juntos, si somos capaces de hacerlo conscientemente puede ser el mejor de los regalos.
Y tú, ¿Ya tienes todos tus regalos?
Reyes
Fuente de la imagen: Pinterest