Tontos y tontas vemos todos los días y en todas partes.
Por suerte o por desgracia a los tontos y a las tontas las tenemos en todas nuestras facetas de la vida. En el trabajo, en la familia, en los amigos… siempre encontramos a alguien a quien nos gustaría sacar de su tontería. Sería fácil abrirles los ojos a las cosas importantes de la vida, decirles que el mundo que se han creado en la cabeza no tiene nada que ver con el mundo real.
Es una pena que crean que todo el mundo les envidia, o que todos les admiran, porque ni lo uno ni lo otro. Todos tenemos fans y detractores pero ninguno te lo está recordando todo el día, y si lo hace no te fíes porque algo busca.
Los tontos y las tontas tienen un pequeño problema y es que nunca reconocen que lo son. Tampoco saben diferenciar quién les quiere bien y quien no, y es eso lo que les traerá más problemas.
Tontos y tontas del mundo, no cambiéis, os queremos como sois, vosotros hacéis que nos demos cuenta de cuáles son las cosas importantes de nuestra vida (todas menos vosotros).
Reyes