Todos somos buenos hasta que dejamos de serlo. Cuando en la oficina nos quedamos solos hay un momento curioso en el que el silencio da paso a las maldiciones y los insultos lanzados al aire.
Venga ahora me dirás que eso no va contigo, yo reconozco que utilizo muchos tacos y que se maldecir en mas de 6 idiomas.
El otro día comentándolo con un amigo nos dimos cuenta que era nuestro momento de liberar stress, cuantas veces has pensado que habías colgado el teléfono y has verbalizado tus pensamientos en voz alta, con frases del tipo “Es que es muy TONTO”, cuantas veces has maldecido hasta en hebreo cuando has recibido un email de esos cobardes de los que no se atreven a llamarte.
¿Cuánto tiempo pierdes a lo largo de la semana maldiciendo el insultando?
Yo mucho.
Me he propuesto que cuando alguien me saque de mis casillas respirar hondo y contar hasta 10.
Ejercicios para la semana, ser feliz y desearte lo mejor:
Si piensas que tu sabes más, felicidades sabes más.
Si me vas a criticar sin saber quien soy ni que hago, pues felicidades.
Si me lo vas a poner difícil en vez de fácil, pues felicidades.
Si me vas a mirar altivamente, te deseo lo mejor.
Yo mientras tanto estaré esperando que vengas a verme con la mejor de las sonrisas, esa que se que te saca de tus casillas.
¿Por qué al fin y al cabo tú también maldices e insultas?
Todos somos buenos hasta…
Caye
Joder Caye!!!!! …. Eres muy bueno…
jejejeje esa boca!