“¡Tengo una cita!”. Sí, Patro tiene una cita.
Patro es una muy buena amiga mía, de cuarenta y muchos, como yo. Hace dos años se separó. Y sufrió. Como suele pasar en estos casos. De pronto se encontró con dos hijos y la cama vacía. Le toco empezar de cero en muchas cosas. Entre ellas, las relaciones personales. Hasta ese momento la vida giraba alrededor de su familia. Todo bajo control. Estaba cómoda, muy cómoda. Un día todo se vino abajo. “¿Y ahora qué?”, repetía una y otra vez. La respuesta, la de siempre: “Busca nuevas amistades, recibe clases de pintura, llama a los viejos amigos, vete con el club montañero…” Así lo hizo. Al principio le costó pero, una vez le cogió el gustillo, cada fin de semana que podía tenía un plan distinto.
En ningún momento había pensado volver a mirar a los hombres. No le apetecía lo más mínimo. Ni se lo pedía el cuerpo. Sin embargo las cosas pasan y, muchas veces, sin buscarlas. En una de esas excursiones domingueras le conoció. Al final del día le pidió el número de teléfono. Y llegó la llamada. “¿Quieres cenar conmigo?”. Aceptó sin pensarlo.
“¡¿Ahora qué hago?!” Estaba asustada. Le apetecía volver a verle, y mucho. El tipo le gustaba. Su gran preocupación era qué hacer si después de la cena había “postre”. Nerviosa empezó a hablar de lo que para ella suponía esta primera cita después de…
Por un lado sabía que un clavo no saca a otro. El hueco de su ex no lo podía llenar con el excursionista. La clave del éxito era pasarlo bien, disfrutar y reír hasta llorar. Ser natural. Sobre todo, sincera. Por otro lado, el miedo al daño le paralizaba. Y ahí entraba el “postre”. Sería la primera vez después de…y no sabía si estaba preparada. Ni física ni emocionalmente. ¿Qué pensará de mí si me lanzo al postre como una loca? Tenía claro que si todo iba sobre ruedas “el plan postre” era más que apetecible. Le preocupaba el día después. La conveniencia o no de postrear. La cita número dos. Estar a la altura. Perder el control de su vida.
“¿Quieres mi opinión? Las reglas del juego han cambiado para ti. La vida es hoy y ahora. El mañana existe…o no. Recuerda que el placer existe. Y los escalofríos también. Déjate llevar. No te juzgues. Fuera nervios. No mires la hora, mírale a él. Despéinate. Saborea la cena, el vino, el postre… ¡Y depílate!”
Coco
Muy bueno Coco.
Gracias Sire!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
🙂 Tierno y divertido a la vez. Muy buenos consejos Coco!!
Así es, la vida sigue…….Me ha encantado Coco!
Gracias Francis. La verdad es que la ternura tiene que estar presente siempre…igual que el humor!!!
Un abrazo!!!!
Muchas gracias Natalia!!!!
Así fué y así lo he contado…evidentemente mi amiga no se llama Patro. Es la única parte del guión que ha sido pura invención 😉