Hoy me gustaría contaros una cosa que me ha pasado esta semana, me gusta prestar atención a cosas que para muchos pasarían desapercibidas, me gusta tener conversaciones con mis amigos y amigas de cosas insospechadas, a través de estas conversaciones saco muchísimos aprendizajes que me quedo para mí. Esta semana he tenido muchas de esas conversaciones, sobre todo con gente a la que admiro mucho y a las que considero mucho más que amigos y amigas. Sé que ante estas personas que admiro, comento confidencias y secretos que no compartiría con otros, y es precisamente en estas conversaciones donde supero muchos de mis miedos y mis límites autoimpuestos.
Es por todo esto que…
Admiro a la gente que piensa diferente, que piensa fuera de lo que viene estructurado por los cánones que nos han marcado y a través de conversaciones me ayudan a encontrar nuevos caminos para situaciones comunes y para nuevos territorios por descubrir.
Admiro a la gente que ha tomado conciencia de quiénes son y de cuál es el entorno donde se mueven y se esfuerzan por conseguir sus objetivos.
Admiro a la gente que tiene tiempo para todo y siempre está liada tirando del carro para que todo su equipo reme en la misma dirección.
Admiro a la gente que tiene una capacidad de organización personal y de los suyos de manera que hacen y organizan auténticos espectáculos de magia, para aparecer y estar en varios sitios a la vez.
Admiro a la gente que no se pone excusas para emprender nuevos retos.
Admiro a la gente que ha luchado a muerte por su intuición y si esta les dictaba una cosa, lo han perseguido hasta que lo han conseguido.
Admiro a la gente que es humilde, valiente y auténtica dando ejemplo y demostrándolo con hechos.
Admiro a la gente que ha sabido hacer volar su imaginación hasta que su mente le ha abierto nuevas posibilidades.
Admiro a la gente que prefiere tener una conversación “espabiladora” que ser complaciente con una persona que no lo necesita.
Admiro a la gente que de una manera u otra sabe expresar sus sentimientos sin herir a los demás.
Admiro a la gente que hace del sentido del humor una forma de comunicación.
Te admiro a ti.
“Cuando estoy especialmente sensible es el alma la que escribe”. Esta frase no es mía es de una de esas personas especiales a la que admiro. Gracias.
Caye
Fuente de la foto Pinterest