¡Os voy a contar el final antes de empezar!
¡No os mováis!
Dejadme que os cuente…
Días divinos. Días en familia. Y días con amigos. Escucharles. Hacer maletas. Deshacer maletas. Los «por si acaso». Hay lugares que tiran. Cerca del mar. O al pueblo. Sentarte en la plaza. Ir al bar. Encontrar nuevos refugios. Rollo Cuéntame. Torrijas. Mañanas. Tardes. Noches. Y madrugás. Reencuentros. Echar de menos…sigo sin acostumbrarme.
Leyendo. Frenar en seco. Bajar las pulsaciones. Aburrirte. Pensar en esas cosas que nunca te pones a pensar por falta de tiempo. Se dice que el tiempo libre da para pensar demasiado. Dormir. Y hacer el bicho bola. Torrijas. Engordando. Ese gustirrinín que te da saber que estás haciendo algo que no debes. Amar. Ver quién la suelta más gorda. Simplificando las cosas.
Pasión. Mantillas negras. Ver procesionar. Silencios. Gritos. Y llantos. El sonido de los tambores. Miradas profundas. Escalofríos. El erizar de la piel. Recordando. Imaginando. Sintiendo. Torrijas. Respirar historia. Olores. Incienso. Cirios. BenHur. Mona. Huevo. Dulces. La romería. Y la caña de azúcar que no falte. Cosas normales. Tradiciones.
La risa tonta. Una risa que acaba en llanto y un llanto que acaba en risas. Que te dejen en paz. Repetirte “esto ya lo he vivido exactamente así”. ¿Conocéis ese sentimiento? Da igual lo que estés haciendo. Da igual dónde te encuentres. A fin de cuentas, no es más que una forma de dar la cara. Torrijas. Adicta.
Sol. Nubes. Lluvia. Charcos. Polvo. Y barro. Pelo rebelde. Buscar caracoles. Pedalear…y perder el equilibrio. Subir al revés por el tobogán. Caminatas que entretienen. Raticos míos. Al cinquillo. Y al continental. Beber. Comer. Volver a beber. Volver a comer. Resaca. Caprichos. Torrijas. Aún no está el chiringuito. Ni la salamandra. No hay rastro de las chicharras. Da igual.
Reajustando mi felicidad. Conjugando muchas cosas. Cosas que hacían mis mayores y que repito ahora. «Sarna con gusto no pica» que decía mi madre. Creo que me estoy haciendo vieja. Una se hace mayor de golpe. Los recuerdos siempre vuelven. Ir hacia adelante sin perder el pasado. Torrijas. A todas horas.
Abre bien los ojos. Haz tu lista. Al final, como comprobarás, todo está inventado. Sea esto verdadero o falso, son momentos únicos en la vida y por más que los años pasen nunca los podrás borrar. La vie est belle y el mundo real es un gran lugar donde vivirla. Porque las cosas que más necesitamos están en él y, la mayoría de las veces, pasan desapercibidas. Vale la pena sentir que valió la pena. Y sentir de verdad que se está siendo feliz.
Qué curioso. La de cosas que se aprenden mirando atrás . ¿Todo esto un spolier? No. Es una descripción de las sensaciones vividas, y por vivir, en esta época del año. Del cuándo. Del cómo. Y del con quién. Si me haces elegir, cosa que te ruego no hagas, me quedo con las personas…y un par de torrijas. O más.
Ya veis. Pequeños placeres. Y siento deciros que no. Todo lo que no sea eso…NO. Nunca se me ha dado bien mentir.
Así va el juego.
Coco.
Fuente de la fotografía: Pinterest.