Lo acabo de hacer, acaban de proponerme un plan y sin pensarlo he dicho «si a todo». Es la segunda vez que lo hago hoy y aún no son las 7:30h de la mañana.
«Si a todo», se ha convertido para mi en un mantra. ¿Planes con niños? Si a todo, ¿Planes de pareja? Si a todo, ¿Planes de amigos? Si a todo, ¿Planes «De chicas»? Si a todo ¿Familia? ¡SI A TODO!
Será que me ha cambiado el chip, será que no quiero volver a perderme nada, será que siento que tengo que recuperar el tiempo… Será que echo de menos a las personas, a vernos, a relacionarnos, a hablar de las cosas que tenemos en común, que son muchas además del bicho. Será que estamos concienciados, que nos vemos de lejos, que no nos abrazamos, que solo nos vemos los ojos, pero Ay! cuánto dicen esos ojos! y cuántas ganas nos tenemos!
Voy a seguir diciendo «Si a todo» mientras la situación me lo permita, no voy a dejar pasar la oportunidad de compartir unas risas, un vino o una charla reconfortante porque llueva, porque haga frío o porque tenga que estudiar. Las obligaciones son las justas: trabajo y familia, lo demás lo elijo yo y yo decido cuándo cómo cuánto y con quién, en esto y en todo.
¿Quieres hacer la prueba? tú propón un plan interesante y verás como te digo «Si a todo».
Reyes