Sal y diviértete.

Este año hemos acompañado a Daniel en sus clases, entrenamientos y campeonatos de Karate.

Han sido muchas horas de ver y disfrutar de todo lo que rodea a este tipo de deporte en el que los padres de una manera u otra jugamos un papel muy importante.

De todas las personas con las que hablado y escuchado he sacado muchos aprendizajes en lo que se refiere al papel que tenemos que desempeñar cuando nuestros hijos hacen deporte. Y son los siguientes:

Los padres no somos los entrenadores de nuestros hijos.

Párate un momento y piensa el motivo por el que tu hijo está haciendo deporte.

La motivación es mucho mejor cuando está ligada con el esfuerzo y no con el ganar. Me flipa ver a padres motivar a sus hijos para hacer cosas que el entrenador no le pide. El único que corrige es el entrenador, tú estás allí para apoyar.

¿Quieres contagiarle a tu hijo algo? Podemos contagiar la ambición sana, el esfuerzo, el sacrificio, el hacer amigos y saber relacionarse.

¿Quieres marcarle objetivos a tu hijo? Márcale objetivos basados en valores, no en resultados.

Tener talento no te obliga a nada, lo más importante es que el niño decida lo que quiere hacer.

Como padres, no presiones ni des gritos. Controla tus emociones, es solo un juego. La regla número uno del deporte es, si no sabes perder, no juegues.

No desacredites a su entrenador. Y si no te parece bien algo háblalo con él.

Recuerda siempre que tu hijo no es un campeón, es un niño.

Anima siempre independientemente del resultado obtenido.

Yo siempre le repito una cosa a mi hijo y es, sal y diviértete, pienso que en el momento que se pierde la diversión y es sustituida por la presión de los padres, es cuando los niños dicen “¡Hasta luego Lucas!”

Tú eres el padre, eres la persona que les das apoyo siempre, aunque a tu entender lo haga no muy bien. Debemos mostrarnos siempre satisfechos, independientemente de los resultados.

No comulgo con los padres que asocian la autoestima de sus hijos a un resultado, padres que han decidido por su cuenta prolongar su vida y todo lo que ellos no consiguieron con la infancia de sus hijos. Tu hijo hace deporte para pasárselo bien, no para que tú te lo pases bien.

“Si quiere tener un campeón en casa, entrénese. Mientras, deje que su hijo disfrute.”

Caye

Foto: Caye

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