Querer no es poder, aunque lleves años escuchando lo contrario. ¿Qué te dice la experiencia? ¿Todo lo que quieres lo puedes? Permiteme que lo ponga en duda.
Yo quiero muchas cosas, y la mayoría dependen de mi, pero no puedo, ni he podido, ni podré hacerlas, y no sólo porque no me lo proponga.
Por ejemplo, yo quiero pesar 10 kilos menos. Y tú me dirás: ¡ponte a dieta!. Pero es que yo no quiero pesar 10 kilos menos dentro de 6 meses, yo quiero pesarlos ahora. ¿Ves? ¡Quiero pero no puedo! De todas formas voy a ver si de aquí a junio consigo algo.
Bueno vale, pensemos algo más realista. Quiero… que me toque la lotería. Porque si quiero puedo, y si para que me toque tengo que comprar, pues compro… pero mira, nada, que no hay manera. Otra cosa que quiero y no puedo.
A ver, quiero que me toque la lotería para tener una vida mejor, o al menos hacer cosas que me gustaría hacer y ahora no puedo. Quiero tener tiempo. Tiempo para viajar, para aprender, para hacer mil cosas que me gustan más que ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Tiempo para disfrutar siempre con los míos.
Pero el tiempo es limitado. Eso no lo puedo cambiar, ni yo ni nadie. Eso si, las 24 horas que tiene el día quiero aprovecharlas al máximo. Las horas de trabajo disfrutarlas en la medida de lo posible, las horas de esas tareas que no podemos evitar, hacerlas mas llevaderas y las horas de ocio… con esas si que puedo hacer lo que yo quiera.
Quiero disfrutar, viajar, reír, llorar, amar, sentir, compartir esos momentos con los que me rodean… en definitiva, quiero vivir. Y eso si que quiero, puedo y debo.
Porque querer no es poder, es deber, y yo me lo debo.
Reyes
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