Que la fuerza te acompañe… y el paracetamol también.
Yo no se que pasa durante el mes de diciembre pero es empezar el frio, y empezar los resfriados.. pero de los gordos. De esos que te obligan a quedarte en casa rodeado de pañuelos de papel y cubierto de mantas en el sofá. Esos que te dejan el cuerpo como si te hubieran dado una paliza y que hacen que tu cama te atrape y no te deje salir hasta pasado el medio día por lo menos.
De la cama al sofá y del sofá a la cama. Menos mal que la Fuerza nos acompaña y entre sueño y sueño nos pegamos un atracón de Star Wars, del Señor de los Anillos o de cualquier saga de esas que nos gustan tanto y nos ayudan a llevar mejor lo de quedarnos en casa mientras nuestros amigos y compañeros de trabajo están celebrando sus cenas navideñas, y dándolo todo, como si no se fueran a ver más hasta el año que viene.
Unos tanto y otros tan poco. Los que trabajan por turnos y solo pueden ir a la cena un año si y otro no, los que no encuentran canguro para dejar a los niños y los que por decisión propia deciden no asistir. Pues todos esos se perderán al jefe perdiendo la compostura, al compañero formal dándolo todo en el karaoke o a la compañera discreta vestida con sus mejores galas y dejando claro que si no se arregla para ir a trabajar es porque no le da la gana, y porque está guapa con lo que se ponga.
Y yo sigo en el sofá, liándome la manta a la cabeza, descubriendo que tengo más de Han Solo que de Leia y que Darth Vader tiene mucho en común con Maléfica, porque al final ni los buenos son tan buenos, ni los malos somos tan malos.
Reyes
Imagen: Daily life of Darth Vader. Pawel Kadysz