Nos sobran los motivos para celebrar.
Ayer cumplimos cinco años y nos sobran los motivos para celebrarlo por todo lo alto.
Llevamos cinco años practicando esto de escribir. A veces historias largas, otras cortas. A veces hablamos de nosotros y otras, de vosotros.
Hablamos de amor, de familia, de trabajo, de amigos y amantes, e incluso de jefes o clientes.
Llevamos cinco años contándote nuestras cosas, y escuchando las tuyas.
Nos ponemos delante de la pantalla, a veces con tiempo, otras (las más) con el reloj acechando. No queremos perdernos nuestra cita semanal, aunque a veces no nos ha quedado más remedio.
Muchas cosas han pasado en estos cinco años, unas muy buenas y otras no tanto, pero los protagonistas de nuestros textos y los de nuestros invitados siguen siendo parte importante de nuestra vida y de nuestro trabajo.
En todo este tiempo hemos aprendido las reglas del juego, a comprometernos con nosotros mismos, a escuchar las canciones sintiéndonos protagonistas, a ser fieles a nosotros mismos, a confiar el uno en el otro, a arriesgarnos, a desenmascarar a los impostores, a vivir el amor como si de una pareidolia se tratara…
Y es que aprender, hemos aprendido mucho. De todos y cada uno de los que habéis pasado por este espacio. De cada post de un invitado, de cada me gusta o cada comentario.
Hace cinco años empezamos siendo tres, y ahora somos casi 3.500. Se dice pronto, tres mil quinientos. Tres mil quinientos bacalaos repartidos por el mundo que nos seguís y nos animáis a seguir con esto. No hace falta que os diga que nunca jamás, pensamos que nuestra audiencia fuera tan numerosa, es más, nunca lo pensamos. Me consta que mis compañeros hacen como yo, escribimos para nosotros. Para desahogarnos, para rebelarnos, para recordarlo. Escribimos como quien escribe un diario de bitácora, para saber que cosas nos pasan a diario y de repente, un día como hoy echar la vista atrás, releer y comprobar todo lo que hemos vivido en este tiempo y cómo hemos sobrevivido a todo ello.
Por todo esto nos sobran los motivos. Nos sobran los motivos para celebrar que cumplimos cinco años y que lo hacemos a tu lado.
¡Feliz cumpleaños, Bacalao!
Reyes
P.S.: Y feliz cumpleaños a mi madre, que me estará leyendo. (Papá, enséñaselo)