Es una sensación tan mágica,
como si nadie tuviera el control,
tú eres el catalizador de tu propia felicidad,
lo sabes.
Porque es tu corazón, está vivo,
está bombeando sangre.
Es tu corazón, está vivo,
está bombeando sangre.
Y el mundo entero está silbando,
y está silbando.