No pedimos tanto, lo único que queremos es acabar con el puñetero virus.
Que levante la mano quien no haya tenido pesadillas con la situación, ¿Tú? Pues que suerte!
Por aquí andamos todos paranoicos. El que no conoce un caso conoce mil y el que no lo ha vivido en sus propias carnes lo ha sufrido en su casa. El caso es que el virus esta «all around» y nosotros ya no sabemos que hacer para evitarlo.
Nos quedamos en casa voluntariamente, pedimos comida para llevar para apoyar a la hostelería, hablamos con los amigos que tienen comercios para seguir comprándoles cosas aunque sea en diferido y seguimos los consejos de nuestros amigos sanitarios porque su vida está aún más expuesta que la nuestra y los queremos vivos!
Poco nos queda por hacer más allá de dar apoyo a los que han contraído la enfermedad, y de realizar labor de «evangelización» convenciendo a los incrédulos o tratando de llevar a buen puerto a los descarriados.
No son tiempos de Tinder, de botellones, de fiestas en casa ni de excursiones al campo. Es tiempo de quedarse en casa, de comer y beber como hacíamos en marzo, de partidos de futbol en el pasillo y de videollamadas con familia y amigos.
Es tiempo de cuidarse, de cuidarnos y de cuidar a los que lo necesitan. Dejemos de ser egoístas y cuidémonos todos a todos.
Yo me quedo en casa otra vez, por mi, por ellos y por vosotros.
Reyes
Perfecto el escrito de hoy!! Enhorabuena!!!