El martes mí hijo Angel de tres años me dijo, Papá sabes que Miguel ya no es mi amigo. A lo que yo le conteste, ¿Por qué dices eso? Y su respuesta fue, yo quiero jugar al futbol y el a los policías y ladrones.
Que claridad, que foco, que decisivo, yo quiero tener 3 años para tomar decisiones así de fáciles y directas.
Siempre he tenido claro quiénes son mis amigos, tengo amigos de todas índoles, mis amigos de toda la vida, mis amigos de la universidad, mis amigos del trabajo, mis nuevos amigos, mis amigos que son familia, mi familia que son amigos. Quizá, cuando con todos mis amigos forjamos nuestra amistad era porque a todos nos gustaba jugar al futbol o jugar a todos a policías y ladrones. Si al fin y al cabo no nos gusta complicarnos la vida.
Mis amigos son ese tipo de personas con las que no encuentras el momento de irte, quedas para desayunar y puede que te líes y acabes a altas horas de la madrugada.
Mis amigos son ese tipo de personas con los que con una sola mirada eres capaz de inventar una excusa creíble para salvarlo de cualquier situación. Más que comunicación no verbal, podría ser considerado un lenguaje secreto.
Mis amigos son ese tipo de personas que no me juzgan, saben perdonar y han recogido trocitos míos en mis momentos más chungos.
Mis amigos son ese tipo de personas que te dicen estoy aquí y te lo demuestran. Y no tienen reparos en anular cualquier plan cuando les llamas.
Mis amigos son ese tipo de personas que cuando conocen a la persona de su vida, mucho antes que a sus padres nos la presenta a nosotros, buscando nuestra aprobación.
Mis amigos son ese tipo de personas que estas deseando ver, porque siempre que tienen mucho que contar. Y las risas están aseguradas.
Mis amigos son de ese tipo de personas con las que estas deseando pegarte una pequeña fiesta.
Mis amigos son ese tipo de personas que no ves en un montón de tiempo y en la primera frase te demuestran que nada ha cambiado.
La amistad no es una gran cosa, sino un millón cosas pequeñas y especiales.
Caye
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