Tu podrás contarme lo que quieras pero yo puedo asegurarte que somos de esos que estas fechas hacen que nos toquen un poco las narices. Esto es algo que nos viene pasando desde hace un tiempo, así que no entres en crisis, vamos que tampoco eres un bicho raro. Deja de quejarte y empieza a ver las cosas chulas que tienen estas fiestas que te tocan tanto las campanas.
Me gusta la ilusión de los más pequeños cuando abren sus regalos, alucino con la capacidad para embalar que tienen con algunos juguetes, hemos tenido que abrir la caja de herramientas para sacar el juguete.
Me gusta volver a ver a gente que hace mucho tiempo que no veo, no suelo ser de los que tarda mucho en ver a la gente que me importa, pero hay veces que la distancia es una barrera, ver como vienen amigos que están a muchos kilómetros de distancia y lo primero que te piden es una camiseta de TE CONOZCO BACALAO ¡Joder! Ilusión hace!! Y tampoco hemos cambiado tanto.
Me gusta salir a comer y a beber vinos, cañas y gintonics con los amigos, aguantarlos y que me aguanten contento, que tengan que decir que me calle porque no he parado de hablar desde hace dos horas y mi voz ya se les ha instalado en sus mentes. Si no has aguantado a un amigo borracho eso es que no es un amigo de verdad. Corolario número 3 del buen amigo.
Me gusta que me sorprendan, recibir un paquete sorpresa con un regalo es lo más, recibir un regalo con gracia también tiene su punto. Por cierto no considero una sorpresa que me mandes una felicitación de Navidad cuando llevas más de un año sin hablarme y me has bloqueado en todas las redes sociales. Lo mío no es rencor es sentido común.
¿Sabes lo que sí que es una sorpresa?
Ir por la calle y reconocer de lejos a una de esas personas que son mal llamadas amigos del Facebook. Ir directamente y ponerme delante de ella y que te de un abrazo como si te conociera toda la vida. Gracias Kiki, fue todo un placer conocerte en persona, no me defraudo ni el lugar donde nos encontramos, ni las cañas de después, ni por supuesto la exquisita compañía de Ana, Coco y Reyes. Bonito escaparate en el que nos sentaron por cierto, como para que no nos viera medio Alicante.
¿Sabéis lo que os digo?
Que a mí sí que me gusta mi Navidad.
Caye