En estos días previos a las navidades, en toda reunión festiva que se precie, ya sea de amigos, compañeros de trabajo o familia, se ha establecido la costumbre/obligación de hacer un «Amigo Invisible». Por si acabas de llegar de otro planeta te explicaré lo que es: se hace un sorteo entre todos los asistentes al evento de manera que todo el mundo hace un regalo a alguien y recibe un regalo de otra persona. Se establece siempre un presupuesto máximo y se exige un mínimo de interés a la hora de hacer el regalo. Entonces empiezan las prisas y los dolores de cabeza porque cuando te toca una persona que conoces, pues bien, buscas un regalo que le pueda gustar, pero cuando te toca alguien a quien no conoces, es un «marrón». Tienes X euros para gastarte en una persona con la que no has hablado en la vida, y en mi opinión no hay nada más difícil que hacer un regalo a alguien a quien no conoces.
Mi experiencia con el » Amigo Invisible» nunca ha sido del todo satisfactoria. La última vez que hicimos regalos entre los compañeros de la oficina, a alguien se le ocurrió regalarme un divino tanga negro de encaje con lentejuelas, muy apropiado para las fiestas navideñas, pero imagínate mi cara al abrir semejante regalo delante de mis compañeros y jefes, me quedé a cuadros! Quién es capaz de hacer ese regalo? a mi!!?? ese regalo tiene sentido que te lo haga tu amante, para que lo luzcas en vuestros encuentros o para que le escribas un mensaje diciéndole, » Hoy te llevo puesto», pero ¿a una compañera de trabajo? En fin, cosas que pasan. Ni que decir tiene que me negué a volver a participar al año siguiente y se rompió la baraja, nunca más se ha hecho amigo invisible en la oficina, afortunadamente.
Otra de las cosas que no me gustan del amigo invisible es que en las reuniones familiares me deja sin hacer los regalos que mas me gustan. Me gusta regalar a las mujeres de la familia y últimamente tengo tan mala mano que siempre me toca hacer regalos a los chicos, con lo complicados que son!
Lo peor del amigo invisible sin duda son los regalos sin ticket, llámame materialista, pero hay regalos que soy incapaz de utilizar (normalmente complementos que no se con qué complementan porque no son de mi estilo). Por cierto que mi compañer@ del tanga tuvo a bien dejar el ticket y gracias a eso tengo unos pantalones de pijama a cuadros, divinos 🙂 .
Si este año te toca ser amigo invisible de alguien, hazme un favor, pon un poco de interés en conocer a la persona a la que vas a regalar y si has recibido un regalo que no te apaña, no sufras, envuélvelo bien y al año que viene lo encasquetas en otro amigo invisible, solo tienes que acordarte de hacerlo en un grupo diferente.
Ahora ya es tarde, pero para el año que viene, no contéis conmigo, prefiero comprarme yo lo que necesite (o lo que se me antoje).
Reyes
Fuente de la imagen Pinterest