Me preocupa, y no poco, el uso que hacemos de las redes sociales.
Me preocupa porque es una ventana abierta al mundo que muchas veces dejamos abierta sin ser conscientes de que al otro lado hay miles de ventanas indiscretas desde las que nos observan.
Me preocupa sobre todas las cosas el uso y abuso de niños y adolescentes que se produce en las redes, y lo difícil que es convencerlos a ellos y a sus padres de la influencia que estas redes ejercen en su día a día. Como ejemplo os diré que la noticia de la niña que se suicidó por seguir un reto en TikTok me llegó al alma, pero el comentario de una amiga a cuya hija acosaron por Instagram me hizo el mismo daño o más.
Me preocupa que pensemos que cuando algo es accesible a todos, es porque es fácil de usar, que estamos a salvo porque nuestro entorno lo usa, y que no necesitamos consejo ninguno, pues no somos menos listos que los que nos rodean y además «esas cosas solo pasan en la tele», hasta que pasan en la habitación de al lado y no nos hemos dado cuenta.
Me preocupa también el uso profesional de las redes sociales. Hay quien se dedica a usar las redes para ganar dinero, y no me parece nada mal, pero hagan ustedes el favor, sean PROFESIONALES! Sepan ustedes que por bombardearme de likes no voy a seguir sus cuentas, que entrar a mi perfil y ver 20 notificaciones de una cuenta de una empresa no va a hacer que despierte mi interés, sino todo lo contrario, no la voy a bloquear porque no merece tanto, pero para empezar voy a ponerla en cuarentena y por supuesto que no le voy a dar «follow back».
Me preocupan los youtubers que no quieren pagar impuestos, pero me preocupa más que las marcas consideren que la gestión de influencers es una buena estrategia de marketing. Si, lo siento, yo también soy antiinflunecer. Y eso no quiere decir que no siga determinados perfiles y que los encuentre fuente de inspiración, sino que me niego a la política de las «egobloggers» desde que empezaron con esto hace mas de 10 años.
Me preocupa que las redes sociales sean un caramelo para todos del que nunca leemos la composición ni las instrucciones de empleo.
Me preocupa que leas esto y no sepas que me puedes preguntar lo que quieras, que para eso estoy en el otro lado.
Reyes
A mi también me preocupa y no poco.