¡Mira tú por donde me acabo de enterar que Einstein también teorizó sobre la felicidad!
Imposible saber a estas alturas, casi cien años después, si era una reflexión suya sobre su propia felicidad o iba más allá. El caso es que bastaron dos pequeñas notas para que hoy sepamos qué idea tenía él de la felicidad. Mientras en una ponía «una vida tranquila y modesta trae más alegría que una búsqueda de éxito ligada a un constante descontento», en la otra simplemente dice: «donde hay voluntad, hay un camino».
Alguien me dijo que no podemos medir la felicidad.Y si lo piensas tan sólo un segundo caes en la cuenta de que para muchos de nosotros la felicidad es un concepto del que todos tenemos una idea clara pero que no sabemos definir.
Partimos de la base de que todos somos igual de felices y de que, al final, todos acabamos en el mismo sitio. Lo único que cambia es la forma en que nos movemos de una casilla a otra planeando nuestra vida perfecta y dándole rienda suelta a la imaginación.
La verdad es que si nos preguntan qué es la felicidad, a más de uno nos ponen en un aprieto. Yo, francamente, no tengo ni la más remota idea de qué es. Sí sé cuando soy feliz. Y si me haces esforzarme por darte una definición me atrevería decir que sería algo así como eso que todos buscamos pero nadie, o casi nadie, sabe dónde está. Sólo después de que ha pasado, sabes que era ella. Punto y final. Aquí acaba mi aportación.
Sin embargo resulta que el mundo de la ciencia, tan frío y tan lleno de números, también tiene su teoría de la felicidad. Es la «Teoría de la Felicidad Cuantizada» y dice que «la suma de la felicidad de un individuo más su propia infelicidad se neutralizará y el resultado total al final de su vida será CERO». Yo no sé a vosotros pero a mi leer esto me produce una tristeza tremenda. O sea que, hagas lo que hagas, el balance final de tu felicidad a la hora de la muerte será CERO.
¿Y si además os digo que existe la unidad de medida de la felicidad y que se llama KiloHappy? No, aún no he bebido. Normalmente lo hago más tarde. Leéis bien. El Kilohappy es la medida subjetiva de nuestra felicidad y se mide a través de la pregunta «¿cómo me siento?». Si te sientes mejor que la última vez que te hiciste es misma pregunta, habrás ganado kilohappies. Si te sientes peor, pierdes kilohappies. ¿Que quieres ganar kilohappies? ¡Hala, pues! ¡Marchando una de kilohappies! Hazte con un montón de risas, emociones positivas y buen rollismo. Si vas sobrado de kilohappies…ya sabes.
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¿Qué queréis que os diga? Pues que, aunque el final sea un fracaso,más vale vivir que arrepentirse de lo no vivido…aunque te dejes sacos de kilohappies por el camino.
Alguien también me dijo que al final de nuestra vida sólo recordamos lo bueno. Y yo prefiero creerme esto que un montón de fórmulas y operaciones que dan como resultado final…CERO.
Coco.
Nota de puño y letra de Einstein dando su
propia versión sobre la felicidad y la vida.
Año 1922.
En Tokyo.