Hoy me han preguntado que cuantos años tenía, y le he contestado que los justos o suficientes como para llevar zapatos con cordones.
Como la mayoría de vosotros se me han quedado ojiplaticos, ya que no entendían mi contestación. Pero todo tiene una explicación.
Conforme vas cumpliendo años y vas priorizando cosas en la vida me he dado cuenta que el punto de inflexión hacia una vejez acelerada es el momento que te compras unos zapatos tipo mocasín, sí, de esos que no llevan cordones.
Venga no nos engañemos, que no te los compras por su diseño, te los compras por que ya te cuesta cada vez más agachar el lomo para atarte los zapatos. Es ese momento en el que te planteas el ir cómodo para ir a trabajar. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Ir en chándal al trabajo?, ¡ni que fueras profesor de gimnasia!
Os propongo durante el día de hoy que miréis a los zapatos a todos con los que os crucéis, desconocidos, compañeros de trabajo, familiares… fijaros bien, los zapatos de una persona siempre dan mucha información, en este caso ya veréis como mi teoría de los zapatos sin cordones, está directamente relacionada con el estar mayor o el haber dejado de lado el ejercicio físico.
¡Espero vuestros comentarios!
Por cierto os pongo una foto de mis zapatos para que veáis que yo no he tirado la toalla.
Caye
Foto ConZapatos