¡HOY VENGO A FASTIDIAR!

Atención. Hoy vengo a fastidiar todo el esfuerzo que habéis hecho por pillar bronce este verano. Ya me daréis las gracias luego.

Digámoslo desde el principio. Todos sabemos lo que hay. Hay estudios que lo demuestran… aunque mejor no me preguntes por ellos. Lucir moreno cuesta. Cuesta mucho. Mucho trabajo, esfuerzo, horas vuelta y vuelta, sudor, quemaduras…todo vale para «presumir de una piel dorada y radiante» (esta última frase leída en un anuncio de aftersun). Lo que no te dice el anuncio es que, sí o sí, llega un momento en que la piel dorada y radiante se vuelve reseca y escamosa como la del lagarto Juancho. Ojo. En esto, como en todo, hay grados. Cada uno es como es. Pero tod@s hemos pasado por ese momento. SÍ, HE ESCRITO TOD@S. (Reconócelo: a ti también te pasa).

Dejemos las cosas claras: Nos morimos de ganas por ponernos guap@s y darle un toque de magia a nuestra piel y, ahora que ya te has pegado unas soberanas vacaciones (y quieres que todo el mundo lo sepa), ese color morenazo empieza a caerse a trozos. Es un hecho. El tono dorado abandona nuestras pieles. Esa cálida tonalidad metalizada que combina con cualquier gama de color y queda genial con lo que sea se va sin decirte adiós.

¿Y ahora qué hacemos? ¿Contamos al mundo entero “nuestra desgracia”? Directamente, a voz en grito, como que no.

Atenta, gente de espíritu indómito. No hace falta que os deshagáis en suspiros nostálgicos. Simplemente aceptad que no vais a quedar como la tía de la foto y dejaos llevar hasta llegar a ese estado que poco a poco se va abriendo paso estos días. ¿Lo pilláis?

Preparaos a envolver vuestras frioleras piernas en medias gruesas, buscad esos calcetines suaves y gordos que tienen más años que la tos y…coged fuerzas. Es el momento de ir caldeando el ambiente. Toca disfrutar del otoño. Y sí. Ha llegado la excusa perfecta para que te arregles con todo lo gordo que tengas en el armario, salgas y te dejen ver.  ¡Pasa de lo que diga el hombre del tiempo!

Mientras esperamos a que el sol vuelva con fuerza, y el invierno nos tiene a su merced, aceptad la cruda realidad del frío. Si todo va como debiera, empiezan las mañanas frías y oscuras. Ha llegado la hora de inyectarnos una dosis extra de energía. Y ahora más nunca, cuando el otoño avanza sigilosamente como una leona hacia su presa, despertad las ganas de darle un aire salvaje a vuestra vida para subir la temperatura corporal. ¿Qué creéis? ¿Qué no? Yo también pensaba eso pero me puse a investigar y las probabilidades de que tu piel morena te acompañe hasta la próxima temporada son bastante escasas por no decir nulas.

Ojo: no vayas diciéndolo muy alto pero…ahí está el secreto.

P.D.: ¡Bienvenid@s y gracias de nuevo por vuestra visita!

 

Coco.

 

Fuente de la fotografía: Pinterest

spot_imgspot_img

Suscríbete

Seguro que te gusta

10 años aquí…

10 años aquí, y seguimos. No te voy a...

La puerta abierta.

Ha caído en mis manos un interesantísimo libro que...

Cogito EGO sum

No, no has leído mal, pone EGO, así bien...

Mis Jedi

La vida está llena de decisiones difíciles: elegir entre...

23 LECCIONES DEL 23

Decir que no a lo que no. Y ser...
Artículo anteriorDe mayor quiero…
Artículo siguienteTe borré

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Share This