Empieza el cole, ya llevamos desde el día 10 de Septiembre intentando recuperar la bendita rutina, estoy seguro que hasta que no sea día 1 de Octubre no la alcanzaremos.
Son días de forrar y forrar libros, de poner nombres en pegatinas molonas, de escuchar muchos chascarrillos que muchas veces estoy seguro que forman partes de las leyendas urbanas de cada uno de los centros escolares.
Mi hijo Daniel ha cambiado de ciclo ya es mayor porque ha pasado a tercero, es su sexto año en el cole, como todo niño tiene sus miedos y pavores a ciertas cosas, pero no es por ser su padre, pero sabe disimularlas muy bien. Son seis años conociendo a todos sus compañeros y a sus amigos más cercanos, y porque no decirlo a sus excelentes “Seños” como a él le gusta llamarlas.
Sé que con nuestros hijos muchas veces, se nos va la pinza y no somos conscientes del daño que les estamos haciendo, con simples actos de sobreprotección la mayoría de veces, y me llama la atención respecto a los de mi generación ciertas cosas.
Mis padres cuando me cambiaban de clase y nos mezclaban con la otra clase no urdían una estrategia para que no me separaran de mi mejor amigo cual guionista de Juego de Tronos ¿Qué ahora vas a A en vez de a B? Pues hijo, ya sabes a hacer nuevos amigos. Sé que habrá casos y casos, pero estar todo un curso dándole la coña a la tutora para que no te separen a tu hijo de un amigo o evitar al que no te cae tan bien, tiene mucha tela. ¿Qué ejemplo le estas dando a tus hijos? Son los padres que viven obsesionados por el “Ya te hago hijo yo la vida fácil para que tú seas feliz” Y lo único que consiguen es potenciar inseguridades, miedos e incertidumbres en sus hijos.
Yo ya me río, y se de buena mano que hay familias destrozadas por la clase donde le ha tocado su hijo. El niño no tiene un problema, lo tenéis vosotros.
¿Dónde vamos a llevar a nuestros hijos con esta sobreprotección extrema?
Un niño con 8 años,
Se tiene que equivocar.
Tiene que hacer nuevos amigos.
Tiene que saber relacionarse.
Tiene que descubrir cosas nuevas.
Tiene que enfrentarse a nuevos retos.
Tiene que afrontar sus miedos y frustraciones.
Tiene que ser respetuoso con los mayores, pero sabiendo discernir entre lo que está bien de lo que está mal.
Tiene que asumir sus errores.
Tiene que empatizar con sus compañeros.
Tiene que saber expresar lo que siente y como le hacen sentir ciertas situaciones.
Tiene que saber resolver sus conflictos con sus compañeros.
Tiene que jugar y ser revoltoso.
Tiene que ser un poco pillo y disfrutar de todas las situaciones.
Como padre no pretendo ser perfecto ya que lo único que persigo es que mis hijos sientan que estoy con ellos acompañándolos en su vida y no viviendo su vida por ellos.
Caye
Fuente de la Foto Pinterest
Es inevitable sobreproteger.Inherente a todo papá q se precie. Ayer se cayó mi hijo y me maree yo. Sobreprotección si,pero dosificada. La imbecibilidad es lo que tenemos q aplacar de raiz y no permitirnos ni un ápice.