Empezar de cero cuesta, lo sé, pero a veces no queda más remedio.
En ocasiones se disfruta y otras no, pero todas las veces supone un reto.
Empezar de cero te da la oportunidad de olvidar lo malo y empezar con intenciones renovadas, puedes aprovechar la oportunidad para hacer las cosas de manera distinta. Olvidar lo anterior no va a ser fácil, pero si le echas ganas ya tienes la mitad conseguida.
Empezar una relación, cambiar de trabajo o simplemente estrenar móvil, suponen la incertidumbre por lo desconocido, el miedo por la falta de experiencia y también la ilusión porque todo vaya bien.
Empezar de cero por decisión propia es más fácil, pero cuando es por imposición también conlleva la morriña por la anterior etapa. No podemos evitar atarnos a determinadas cosas o personas y sentirnos raros cuando sabemos que ya no van a estar.
Empezar a sentir distinto, a vivir distinto, a trabajar distinto supone crecer, madurar y convertirnos en una versión mejorada de nosotros mismos.
Con todo aquello que no nos guste, vamos a hacer borrón y cuenta nueva.
¡Empecemos de cero!
Reyes
Fuente de la imagen: Pinterest