Suelo pensar mucho las cosas no porque quiera dar una vuelta más a lo que me ocupa más bien es una cuestión de tener todas las opciones pensadas y repensadas.
Desde pequeño me enseñaron a tener un plan B por si el A no funcionaba y un C por si todo se iba al garete.
Seguramente es por esto de que me piense ciertas cosas hasta tres veces.
Semana de reuniones, de entregar proyectos, de cerrar cosas que me ilusionan, de escuchar y apoyar a gente que me importa.
Y en todos los casos surgía la misma pregunta y ¿ahora qué?
Mucha gente cuando llega a la meta de un proyecto o se les plantea un problema tienen una pequeña crisis.
Yo no es que tenga un varita mágica o me guste dar lecciones a los que me rodean, os aseguro que no soy el mas adecuado, pero…
Menos quedarnos quietos lo que queráis.
Tener un plan siempre y tranquilo que si me ves pensar mucho es que le estoy dando vueltas para tener siempre tres opciones, ya que para mí eso es lo normal.
Lo siento soy así.
Caye