Piensa con quien te rodeas con quien has pasado tu tiempo estos últimos años, meses, semanas, días, horas…
Ahora piensa a quien has dejado de lado, poco a poco, no por falta de interés si no porque no iba contigo porque la vida, dicen, nos ha alejado.
Ahora recuerda un momento de esos inolvidables, de esos que marcan un antes y un después, donde todo era como tenía que ser, piensa y recuerda quienes estaban a tu lado y te hacían sentir así de bien.
Seguro que los conoces bien, sabes a quienes le gusta la cerveza, a las que prefieren una copita de vino o una cola cero, a esos y esas que sabes mucho de ellos y de ellas y no porque lo publiquen en el Facebook o en Instagram, sino porque siempre habéis tenido un momento para mandaros un mensaje, haceros una llamada o simplemente romper nuestro horario para poder quedar y vernos en persona.
Probablemente si nos paramos a pensar de que nos conocemos, donde surgió esa amistad, que hace que perdure, igual hasta nos cuesta recordarlo, pero lo que no nos va a costar es recordar esa día que quedamos a comer y se nos hicieron las cinco de la mañana, o ese día que fuimos a ver un partido de nuestros hijos y acabamos montando una barbacoa, o ese día en el con la excusa de que no nos vemos nos dimos una atracón de pipas, gintonics y gominolas para solucionar los problemas del mundo.
Son muchas las situaciones, las personas, bueno mejor llamarlos amigos, más que nada porque lo demuestran. Esos y esas con los que nos preguntaremos ¿Cuándo será la próxima? Yo siempre se que la próxima está muy cerca quizá mucho más cerca de lo que imaginemos, ya que aunque no lo parezca nos parecemos mucho o quizá sea la demostración del “Dios los cría y ellos y ellas se juntan”
Caye