Hoy por hoy que un político mienta es algo a lo que nos estamos acostumbrando con demasiada frecuencia. Algunos (que deberían ser los mayores defensores de la verdad) sabedores de que mienten, utilizan toda la desvergüenza que les cabe en el cuerpo.Y no estoy hablando de un fenómenos raro ni sorprendente. Ha sobrevivido a lo largo de los años. Las naciones más poderosas del mundo han utilizado durante siglos este método para vencer al enemigo. Pero no es necesario retroceder mucho en el tiempo. Actualmente hablar de los demás, y con mentiras, parece dominar nuestra sociedad. ¿Todo vale? A veces casi caigo en la tentación de pensar que sí porque si no, no se explica la cantidad de barbaridades que se dicen sin pasar factura a sus ejecutores.
Mentir es muy feo, independientemente de como sea de grande la trola. Además, tarde o temprano te pillan. Sin embargo, hay una modalidad de mentira y calumnia que se usa bastante y hace casi el mismo daño. Hablo de sembrar la duda. Y de esto no escapa nadie. Calumniar sale gratis…casi siempre. La verdad, para muchos, es aburrida. Las noticias falsas suelen atraer más. Somos así. Es la venganza de los cobardes. Escupimos envidias sin complejos ni pestañeos, con chulería y desprecio, que no llevan a ninguna parte. ¿O sí?
A veces sólo son cotilleos perversos para desviar la atención y tapar sus propias miserias. Otras, dardos envenenados que sacan a relucir el lado más barriobajero del que lo suelta. O ese ¿inofensivo? “DICEN POR AHÍ” con efectos demoledores que hace que la bola vaya creciendo sin tener la posibilidad de defenderte. Sea lo que sea es una autentica táctica vergonzosa.
Todo esto cabrea y asusta al cincuenta por ciento. Una sociedad sana no puede consentir el rencor que destilan esos que tiran la piedra y esconden la mano contra aquellos que no opinan igual. Ni puede dejar que quede impune. Aquello que no es más que palabras dañinas y malintencionadas no puede tener ningún valor ni puede salir gratis aunque sea imposible evitarlo. No se pueden decir ni consentir cosas así. Porque no son simples habladurías; son habladurías de las que nadie vuelve a reponerse. Y porque…¿quién puede volver la página atrás después de eso? El daño, una vez puesta en marcha la maquinaria, ya está hecho quedando por delante un calvario difícil de reparar y un largo camino por recorrer para poder defendernos…¿contra qué?
P.D.: Este post quiere ser un mensaje de ánimo y apoyo a los que sufren o han sufrido una persecución así. Si tú eres un@ de ell@s, aunque buscar venganza sea un instinto primitivo, resiste la tentación. Nunca contestes en caliente. Deja que el tiempo y la justicia (o el karma) hagan su trabajo.
Y mientras tanto…Echenique, hay fronteras que es mejor no pasar. Disfruta de lo lo calumniado y de la multa que vas a pagar.
Coco.
Fuente de la fotografía: Pinterest.