Hay días que pasan sin pena ni gloria y días de pasión desenfrenada.
¿Que sería de nosotros sin pasión? La pasión todo lo puede.
Gracias a la pasión estamos aquí. Sí, a la pasión que sintieron nuestros padres un día en concreto hace unos cuantos años. Esa pasión que sentían el uno por el otro y después se transformó en nosotros.
La pasión es capaz de mover masas. La pasión que sentimos por nuestro grupo favorito, que nos hace desplazarnos a otra ciudad, o incluso a otro país para verlos actuar en directo. Un concierto como ese lo merece, ¡seguro!.
La pasión nos ayuda a que nuestro día a día sea más emocionante, nos apasionamos con las cosas que hacemos, con lo que nos gusta, y sobre todas las cosas, ¡nos apasionamos con el fútbol! Sí, sí, el fútbol, el «lugar» donde mayor número de apasionados encuentro… esos cantos, esos gritos, toda esa energía concentrada en un estadio, viviendo los colores como si nos fuera la vida en ello. Lo siento, pero no lo comparto. Ya se que cada uno es libre de apasionarse por lo que quiera, pero yo lo del fútbol no lo entiendo… y ya cuando un aficionado del equipo ganador de la Liga o de la Copa de Europa me pregunta: » ¿No me das la enhorabuena?» Pero… ¿de qué estamos hablando? ¿has jugado tú?. En casos como ese creo que la pasión nos ciega, pero no seré yo la que lo critique, cada cual que se apasione con lo que quiera.
Mi propuesta va más allá. ¿Qué pasaría si esa misma pasión que ponemos en sentir los colores de nuestro equipo, la pusiéramos en sentir los colores de nuestra empresa? ¿Qué tendría que ocurrir para que trabajáramos con pasión? Sería fantástico sentir el triunfo de la empresa como propio, igual que con el equipo. Saber que cada día jugamos un importante partido y que es muy duro, tiene riesgo y mucho trabajo, pero también tiene su premio. Además de la recompensa económica, está nuestro orgullo, la satisfacción personal por sentirnos útiles, válidos, parte importante de la sociedad en la que estamos generando un cambio, un avance para que las personas de nuestro entorno vivan mejor.
¿Qué es lo que nos falta? ¿Qué te falta a ti para poner pasión en lo que haces? A mí me faltaba darme cuenta, pero a partir de hoy me comprometo a poner más pasión en cada cosa que haga. ¿Te apuntas?.
Reyes
Fuente de la Foto Pinterest
Estoy agree contigo con respecto al fútbol, a mi me llega a cabrear que para eso haya tanta pasión y para lo que es realmente importante haya pasividad…..
Y te contesto a tu propuesta, para tener pasión en el trabajo hay que tener «motivación», sin ella, te dejas llevas cual autómata……porque realmente la pasión viene reconocida en tu salario como dices? discrepo……
Gracias Nuria. Ahora vamos a buscar qué es lo que nos motiva y ¡a ponerle pasión!.
Bss
Es difícil de explicar lo que se siente por el fútbol. …..pero un campo de fútbol es donde se puede expresar la gente libremente ( aunque sin faltar el respeto), abrazar al de al lado sin conocerlo, emocionarte por un ascenso y llorar por un descenso. Y todo eso por el simple hecho de amor a unos colores, a una ciudad o por ser mejor que la ciudad o el pueblo de al lado. Quizá será porque no sea rutinario, siempre pasan cosas diferentes…….viva el fútbol!
Pues si, que viva el fútbol Paco! Y vamos a aplicar esa misma pasión en todo lo demás!
Creo que mi trabajo sin pasión no podría llevarlo. Duro debe ser trabajar como si no te fuera la «vida» en ello. Pero hablo yo, que trabajo en algo que desde pequeño me gustó.
Felicidades Iván! Lo de apasionarse en el trabajo no es muy común últimamente. Gracias por tu comentario