Y llegará el momento en el que mostrarme tal cual soy deje de darme pudor. Sin pensar en el qué dirán.
Y que no. Que hubo, hay y habrá gente que no entienda que lo haga. ¡Cómo lo van a entender! Ellos son los que, con sólo pensar en dejar salir todo lo que llevan dentro, les entra verdadero pánico porque es entonces cuando los demás les ven…de verdad. Y cuando ven que están muy lejos de ser perfect@s.
O ese día en el que me daré cuenta que todas las personas, sean del tipo que sean, pueden hacerme daño y que está en mi mano saber llevarlo. A estas alturas de la historia aún sigo sin aprender lo importante que es que conocer al enemigo.
Espero saber valorar el trabajo que hace “la intuición”. Ese conocimiento que sólo ella te da y que ninguna experiencia ni práctica puede enseñarte. No es nada fácil descubrir a un imbécil. Hay que practicar mucho. ¡Y a veces ni aún así!
A estas alturas sigo pensando que llegará ese día en el que aprenderé que amistad no significa seguridad, sino todo lo contrario. Y de cómo, en ocasiones, es inevitable subirse al carro de la hipocresía por estrictas razones de salud mental. Que los besos no son promesas. Lo aceptaré…no sé cuando.
Me daré cuenta de que puedo pasar buenos momentos sola sabiendo que la procesión va por dentro. Y que la clave está en saber estar solos para poder disfrutar de los demás. Tú pones los límites y tú disfrutas. No hay más.
Y sé que lo de no disfrutar por culpa de “mis taras” se tiene que acabar. Que no importa que es lo que tienes, sino a quién tienes. Y que la cosa va de menos postureo y más verdad. ¡No valen excusas!
También llegará el día en el que termine de aprender que las prisas no son buenas. Y que hay que dejar al tiempo que haga su trabajo. El tiempo. Ese fiel compañero que, durante años en las buenas y en las malas, no se ha separado de mi. Y es que desde que el mundo es mundo, el tiempo manda.
Ese día en el que no permitiré que me digan qué sí y qué no. Dejadme que yo decida. Me ha costado mucho aguantarme y no voy a cambiar mi forma de ser por esa que otr@s consideran la políticamente correcta. Sinceramente…no he pedido opinión.
Aún así, por favor, no desistáis nunca. Algún día es posible que lo consigáis.
Coco.
Fuente de la fotografía: Pinterest