A estas alturas de mi vida cada vez me gusta más participar y me importa menos si gano o no. Vamos, que me importa un pito. Eso de a ver quién la tiene más larga como que me va dando mucha pereza. Sin embargo veo gente a mi alrededor que tiene la costumbre de competir por lo que sea. Que si tú has ido una vez a Soria, ella ha ido dos. Que si has comido en el restaurante de Fulanito, él ha comido mil veces más y conoce a Fulanito como si fuera su primo hermano. Que si a ti se te da bien planchar, entonces resulta que a ella en eso de planchar no le gana nadie. ¡Vamos, que tiene el título de Capitana Generala en el arte de la plancha! ¡Todas las medallas son suyas! Y así en todo. Pues sabes que te digo…¡Que para ti la perra gorda! Que dime de qué presumes y te diré de qué careces. Y que se te ha visto el plumero. Que sabemos de que pie cojeas. Y que eso que te pasa es envidia de la mala. Así que…¡háztelo mirar!
Los estudiosos dicen que lo tuyo es una cosa que le llaman “sesgo cognitivo” que os hace pensar que sabéis mucho más de lo que realmente sabéis. Hasta hay un libro que habla de lo tuyo. Se titula: “Ineptos y sin saberlo: cómo la dificultad para reconocer la propia incompetencia lleva a ideas infladas de uno mismo” ¿Y si lo lees? ¡Anímate! Si no lo encuentras te lo regalo. Y, si te da pereza leerlo, por lo menos empieza por mirarte al espejo.
Hazte un repasito tú a ti misma. Practica la reflexión y la autocrítica a ver si, de una vez, encuentras ese punto ciego que no ves. Es ese momentazo en el que tu vanidad y tu ego te coronan y que los estudiosos le llaman “el pico de la estupidez” y los no estudiosos llamamos “lucidez cuñadil”. Pues justo ahí es donde debes hacértelo mirar. Acéptalo. Y en lugar de pelear hacia afuera, pelea hacia dentro. Admite que no lo sabes todo, que no eres la mejor de la clase ni la más guapa del vecindario y que hay gente que te puede aportar mucho aunque, por el motivo que sea, les tengas una tirria que flipas. Aprende a convivir con gente que, por mucho que te fastidie, puede ser un poquito mejor que tú. Solo un poquito, no quiero herir tu sensibilidad.
Con esto ya está dicho todo y…¡que a gusto me he quedao!
Coco.
Fuente de la fotografía: Pinterest.
Chulisimo.. Y muy bien escrito.. Disfruté como una enana leyéndolo como si yo también estuviera desahogadome Gracias Coco
De una lectora que probablemente no sea la mejor en nada y le importa un pito
¡Me gusta mucho saber que pasaste un buen rato!
Gracias por leerme.
Besos.