¡Esto es un no parar!
Cuando eres madre de familia numerosa te encuentras que mientras tu hija mayor está intentado aprobar para subirse delante de un volante, al pequeño se le cae un diente detrás de otro y la de en medio cumple…17 años. Y cumple años soltando, sin pestañear, eso de: “Ni idea de la carrera que quiero estudiar. Sólo sé que será una que me haga feliz toda la vida”.
¡Esta tropa mía está cogiendo carrerilla y a mí me pillan totalmente con el pie cambiado!
Al oírle, hubo alguna cara de “¡¿Qué invento es ése?!”. Pero también hubo alguien que puso un poco de cordura…y menos mal. “¿Hacer lo que te gusta?¿Vivir de lo que te haga feliz? ¿De verdad quieres eso, Laura? Hazlo. ¡Hazlo y cuéntaselo al mundo entero! Ya sabes que desde bien pequeñ@s a más de un@ nos dijeron que si las cosas que quieres se sueñan muy muy muy fuerte y se trabajan mucho, mucho, mucho, a veces…se hacen realidad”.
Y siguió:
“Yo no sé mucho de la vida, la verdad, pero a fuerza de tropezones -que es como se aprende, por lo menos en mi caso- he caído en la cuenta de que cualquier cosa es posible. También, con el paso del tiempo, he comprobado que la cabeza es mucho más complicada de lo que creíamos cuando éramos niñ@s”.
Es cierto, Laura. ¡Cuánta verdad! La vida no te lo pone fácil. No hay nada seguro. Y suene bien, mal o regular este es el mundo que nos ha tocado y nosotros estamos en él para llevarlo bien, mal o regular. Al fin y al cabo lo de levantarse por las mañanas cada un@ lo lleva de manera distinta. Y estarás conmigo en que no hay nada como levantarse cada mañana para hacer lo que te gusta.
¿Se puede conseguir? Estoy convencida que sí. Eso y mucho más. ¿Una ilusión? ¡Qué va! ¡Nada que ver! Parecido pero…diferente. Porque si hay una manera de ser un poco más feliz es intentando hacer cada día esas cosas que tanto te gustan. No hay truco: la felicidad está hecha de aquello que nos hace sonreír. Y las cosas que nos gustan siempre nos roban sonrisas.
¡Búscate la vida! ¡Así, como suena! Porque si lo que quieres es vivir de lo que te gusta, tú y sólo tú podrás cambiar el rumbo elegido cuando la historia no funcione como pensabas. Y eso pasa por decidir qué y qué no. ¡TÚ DECIDES SIEMPRE!
Hasta ahí todo correcto. ¿O no? ¿Qué pasa? ¿Que esto no te sirve? Pues…¡Vuelve a la escuela! No dejes nunca de aprender. Aprender cosas útiles y, si es posible, de la mano de los mejores. ¿Cómo te suena?
Querida hija: Normalmente suele ganar quien se lo merece y lo positivo…siempre gana. Eso de que con talento y talante se puede conseguir mucho más de lo que un@ se imagina es absolutamente cierto. Doy fe.
Todo está inventado. O casi todo. Que se quede bien grabado ahí en tu cabeza si tienes el día tonto. Para que lo recuerdes y te haga cambiar la secuencia. Sé atrevida y cuando veas a la rutina asomar la patita por debajo de la puerta…¡rompe con ella! No esperes ni un segundo para ponerte en marcha. ¡Seguro que lo petas!
¡SI LO SABRÉ YO QUE SOY TU MADRE!
Coco.
Fuente de la fotografía: Pinterest.