Alguien te dice: «Baby, tú vales mucho» y justo después te planteas si te lo dicen para bien o para mal.
Si, para bien porque es un halago, alguien te está valorando positivamente y reconociendo públicamente que eres «lo más de lo más». Aprovecha el momento y utilízalo para alimentar tu ego, que te puede venir muy bien para según qué momentos, no vaya a ser que después de decirte eso te suelten un «pero, eres demasiado para mi».
Que fácil es bajarnos de la nube, ¿eh?. Y más cuando estamos disfrutando de un momento de éxito o de subidón. Nos llevamos el chasco del siglo y nos preguntamos por qué.
¿Por qué alguien es demasiado para otro alguien? ¿Por qué estamos «sobrecualificados»? Pues simplemente porque la persona que tenemos enfrente tiene miedo de no estar a nuestro nivel. Y lo peor no es eso, el que nos considera demasiado se lo pierde, pero a nosotros no nos dejan desarrollarnos. Da igual que hablemos de relaciones personales o profesionales, el que tenemos enfrente nos deja sin nuestra oportunidad por su inseguridad. ¡Estamos apañados!
Yo solo espero que llegue un día en el que en vez «No te merezco» te digan «Eres lo que estaba buscando».
Reyes
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