¡Atención, estamos rodeados!
Y no hablo de Pokemon Go, que también nos tiene rodeados de criaturitas provocadoras de desvelos varios. Hablo de todas esas cosas que nos rodean, que hace tiempo se han convertido en nuestro paisaje cotidiano pero que no llegamos a usar en meses o incluso años.
Has mirado alguna vez a tu alrededor y has pensado ¿para qué quiero todo esto? Yo si. Hoy sin ir más lejos.
Esta mañana he abierto un cajón en el que me he encontrado única y exclusivamente recuerdos. Objetos que han perdido su valor para mi con el paso del tiempo y que están ocupando un espacio que hasta el momento no creía necesitar. He cogido una bolsa… bueno dos, una para todas aquellas cosas que no le van a hacer falta a nadie y otra para darles otra oportunidad a todas esas cosas que me traen buenas vibraciones pero que ya no me hacen falta y están en el momento de tener una segunda oportunidad haciendo feliz a alguien más, igual que me hicieron a mi en su momento.
Después de llenar las dos bolsas la sensación ha sido de alivio. Si, me he quitado literalmente un peso de encima y ahora solo pienso en quién será la persona que disfrute de todos esos objetos.
Creo que voy a probar a hacer lo mismo con los pensamientos. El que no me haga feliz, a la bolsa, y el que pueda hacer feliz a alguien más, se lo mando. ¿Te apuntas al intercambio?
Reyes
Fuente de la imagen Pinterest