¡El espíritu de la Navidad ya inunda vuestras casas!
Si, las vuestras, porque en la mía lo único que hay es caos.
Una pandereta para llevar a la guardería, unas orejas de reno del año pasado que siguen saliendo del juguetero cada dos por tres (agosto incluido), décimos y papeletas de lotería, calendarios de adviento (de momento 2), catálogos de juguetes… lo dicho, caos.
Llegados a estas fechas a mi lo que me invade es el agobio… regalos por comprar, citas por cuadrar, el niño que no tiene modelito navideño para hacerse las fotos de rigor en los estudios de mi barrio (que son los mejores, ya os lo digo yo), reuniones que aparecen de la nada, el frío que este año ha decidido que no quiere llegar y yo tengo aun mitad de ropa de verano y mitad de invierno… y por si fuera poco, abro las redes sociales y todo son fotos de decoraciones maravillosas y árboles tan espectaculares que bien podrían adornar un centro comercial.
¿Qué pasa? ¿Soy la única que no llega?
No me creo que todos viváis la Navidad tan relajados, tan encantados de vosotros mismos. Todo el mundo deseando «Feliz Navidad» y yo deseando que pase.
Hace tiempo tome la decisión de dejar de hacer cosas que me estresaran, y la Navidad me estresa, pero no me puedo escapar de ella. Solución: sustituir los preparativos de Navidad por algo que mantenga mi mente y mi tiempo ocupado y ademas me sirva de excusa para no dejarme llevar por la locura colectiva.
Aunque no ha sido fácil, he encontrado el sustituto perfecto. ¿ No dicen que la Navidad es para los niños? pues en él me he centrado y ocupa toda mi atención. Este fin de semana en vez de decorar la casa ¡hemos empezado la Operación Pañal! Y para sorpresa mía/nuestra, no va nada mal. No voy a entrar en detalles pero este es el mejor regalo de Navidad que voy a recibir, saber que su padre y yo hacemos un buen equipo y sabemos atender a nuestro niño en lo que necesita en cada momento.
Ah, y para seguir con mi espíritu Grinch ya estoy preparando al minibacalao para que sepa que Papa Noel se va a llevar su chupete, a ver si así le convenzo de que los buenos son los Reyes Magos.
Por cierto, ¡Feliz Navidad!
Reyes