Vivo y trabajo en un mudo digital, todo lo llevamos en el móvil, recordatorios por todos los lados, he llegado a mandarme whatsapp a mí mismo para recordar cosas, he utilizado un montón de gestores de tareas. Sigo repasando mis llamadas de teléfono y whatsapp al final del día para que no me quede nada pendiente.
Pero os contaré un secreto, por mucho que se me dé bien todo lo anterior, no hay nada de todo eso que de una manera u otra no esté escrito en mi libreta, es mi necesidad el escribirlo el verlo en colores con formas, con dibujos, con mayúsculas con minúsculas, el hacer mis grafitis en ese folio en blanco con el nombre de la persona que tengo que llamar, esas tareas pendientes en rosa fosforito, ese ok en verde de la tarea finalizada, ese círculo en azul cielo que marca lo que me queda pendiente para el día siguiente.
Tú la veras y dirás ¿qué es todo lo que tienes montado en tu libreta?, te sorprenderás ciertas cosas, ciertos nombres que me invento para llamar a personas muy cansinas, siglas sin mucho sentido, reglones torcidos, y así hasta descubrir todos mis defectos.
¿Pero que queréis que os diga?
Soy muy fan de mis libretas, de la azul de las cosas importantes, de la blanca del día a día. De abrirlas y olerlas, de mirarlas y tenerles ganas, muchas ganas, de ponerle todos mis Stabilo en orden apuntando hacia ellas.
Se ve que tengo una filia oculta. ¡Qué se le va hacer!
Caye