Qué suerte la mía, por haber disfrutado de abuela durante 40 años.
Qué suerte la mía por haber sido la primera en ponerte el titulo de yaya, y haberte hecho bisabuela.
Qué suerte la mía por haber comprobado esta semana cuánto te han querido y no sólo la familia de sangre.
Qué suerte la nuestra, porque tú has hecho que tus hijas y nietas nos sintamos tan queridas, tan especiales y tan «Bombas».
Que suerte la nuestra, porque nos enseñaste que las abuelas están para decir las verdades, aunque molesten.
Que suerte la nuestra, por poder escuchar tus historias, y probar tus guisos.
Qué suerte la nuestra, porque gracias a ti sabemos lo que son los «gramantos», la guerra civil española y el amor encontrado en un refugio antiaéreo.
Que suerte la nuestra porque junto con tus hermanas creasteis una familia de mujeres de carácter, que se continúa por generaciones y en la que todas nos sentimos muy orgullosas unas de otras.
Que suerte la nuestra por tener en ti un ejemplo a seguir hasta que cumplamos 95 años.
Que suerte la nuestra porque hemos podido despedirnos de ti.
Pero por encima de todas las cosas, que suerte la nuestra por haber podido formar parte de tu vida, y que tú hayas sido una parte muy importante de la nuestra.
Reyes
Imagen: Angelita, abrazando a Roque por primera vez, conmigo de testigo. 17 de septiembre de 2016.
Siento mucho tu perdida,y entiendo muy bien tu sentimiento,yo también fui muy afortunada con tener una abuela ,que fue más una madre que una abuela,también murió cuando yo tenía 49 años.
Un saludo..Alicia