No se las veces que me ha pasado ya durante estos ya casi tres años que he tenido cosas escritas y de momento, las he borrado. Y con esta ya son tres que esta hoja ha sido borrada.
Si, así es lo que no se es cuál puede ser la razón, muchas veces son vivencias, ocurrencias, conversaciones espontaneas que me inspiran, comportamiento de los y las que me rodean que me sorprenden, hechos injustos que no comprendo, burradas mías varias con las que no busco vuestra complacencia. Mi mente muchas veces va mucho más deprisa de lo que puedo expresar con palabras y eso me bloquea, me paraliza, me hace cuestionarme el para que de mis palabras.
Para mí siempre ha sido un desahogo, una forma de gritar en silencio lo que pasa por mi cabeza. El explicaros desde mi timidez, lo que siento cuando me hablas, lo que oigo cuando me miras y lo que veo cuando te escucho.
Simple y complejo a la vez, compartido y solitario, rabia y orgullo, soledad y fiesta con amigos, amor y odio. Sentimientos confrontados desde donde fluyen mis palabras y por mi timidez o valentía decido darle al “Backspace” y de vuelta a empezar. No era el momento, no eran las palabras. O más probablemente, no quería compartirlo.
Pasan la horas y la pagina sigue en blanco, no pretendo exigirme ser el mejor, lo único que quiero es escribir algo que me gustaría leer, y cuando pasa el tiempo me guste releer y compartir. Tampoco pretendo compararme, ya que eso es imposible, ellas siempre serán mi referente en cuanto a muchas cosas.
Lo que busco debe ser todo más simple y más primario y es que al menos te saque un coño que razón tiene o que pasemos un buen rato con unas risas, si al final somos todos muy simples.
Habemus post sin tecla Backspace que valga.
Caye