No me gusta que estés todo el día quejándote.
No me gusta que me llames con exigencias sin ni si quiera darme los buenos días.
No me gusta que no me mires a los ojos cuando te hablo.
No me gustan tus enfados infantiles.
Me gusta tu sonrisa y la alegría que contagias cuando estas como tienes que estar.
Me gusta cómo te mojas con tus opiniones, esas que no dejan a nadie indiferente.
Me gusta como defiendes a los tuyos cuando alguien duda de su trabajo o empuje.
Me gusta que me llames, que me escribas y se note que estas sin estar.
Me gusta la caña que nos metes cuando llega el momento justo de hacerlo.
Me gustan tus detalles, esos que por insignificantes hacen que estemos pendientes de ti todo el día.
Me gusta que tengas buena memoria, ya que tarde o temprano empezaremos a perderla.
Y sobre todo me gusta que me explicaras que cuando a alguien le dices algo que no te gusta de él o de ella deberíamos hacer un esfuerzo por decirle el doble de cosas que sí que nos gustan.
Caye
Fuente de la foto Pinterest