Sin comerlo ni beberlo me vi el sábado por la tarde pegándome una supermerendola.
Por las cosas de la vida, el destino o vete tú a saber por qué, a Félix Cardona, un amigo que tiene un fantástico blog «La Gastroteca de Félix» se le ocurrió cuando asistimos al Encuentro de Turismo y Gastonomía que me podría interesar acudir a un evento destinado a bloggers de cocina y gastronomía. Así que por su cuenta y riesgo me incluyó en la lista de invitados al «Creative Delights» que organizaba Anís tenis, una empresa licorera con sede en mi provincia. Yo debía estar aún pensando en lo que me había dicho Quique Dacosta acerca de la importancia de la comunicación en la gastronomía, si que no me di ni cuenta de lo que estaba pasando.
Me llamaron por telefóno para invitarme «oficialmente» y ni me paré a pensar en la conversación, apunté fecha y lugar y seguí trabajando. Al dia siguiente me enviaron la invitación por mail y entonces ya fui consciente de que estaba invitada a un evento como blogger, pero tampoco le di mucha importancia. Y ahora que lo pienso… qué poca ilusión le puse a algo que iba a hacer por primera vez. Creo que no era consciente. Yo, que digo que me gustan los bares y que disfruto de la gastronomía…
Total que llegado el sábado por la tarde me veo en el restaurante la Nyora, rodeada de bloggers especializados…yo que sólo escribo para desahogarme y para que tú tengas algo que te entretenga un rato y te haga pensar (por cierto, gracias por leerme).
Y no sólo eran profesionales los bloggers sino que una empresa había pensado en nosotros para hacer una demostración de sus productos por medio de otros profesionales. Javi Fernandez, coctelero del Restobar Gema Penalva y Pep Sala de la confitería La Guinda, nos ofrecieron cocktails y dulces realizados con productos de la destilería.
Disfrutamos con todos los sentidos, la presentación de cada elemento, su aroma, su sabor, las explicaciones que nos iban dando de cada uno de ellos… sólo de acordarme se me hace la boca agua.. Paloma 2.0, el cocktail sin nombre, bombones con licor de avellana, macarons, peras a la menta y bizcocho de pistachos, y alguno que otro más… ¡Asi no puede una seguir a dieta!
Como siempre a mi todas estas cosas me dan por pensar y sacar mis propias conclusiones:
- Qué suerte tenemos de vivir en una época en que las empresas tienen en cuenta la opinión de los consumidores y no solo del consumidor final, sino del profesional que adquiere una materia prima y nos la ofrece a nosotros después de su transformación.
- Qué bien que los profesionales colaboran entre ellos obteniendo sinergias y se consideran compañeros y no competencia.
- Cuántas cosas buenas podemos obtener poniendo en común nuestras experiencias y obteniendo feedback de nuestro entorno.
- Al final, todo consiste en comunicar. Hacer un buen producto y comunicarlo al resto y escuchar a los demás para saber cuál es su opinión al respecto.
Después de todo esto sólo puedo pensar: qué buena suerte tengo, que sin comerlo ni beberlo… ¡me lo comí y me lo bebí!
Reyes
Imagen: collage de fotos tomadas durante el evento