Balance de situación, saldo, cuenta, parcial, total, importe, factura, contrato… todas estas son palabras que tenía olvidadas desde la universidad y que por suerte o por desgracia han vuelto a mi recientemente.
Estamos a final de año y aunque me haya negado a publicar el resumen de 2014 que ha hecho facebook para mi, no puedo dejar de hacer mi balance.
Ha sido un año genial, sobretodo por «mis bacalaos» por todos los que me leéis, por los que escribís y por los Bacalaos oficiales que son lo mejor del mundo. Entiéndeme, se que mi opinión es parcial, pero es lo que tiene sentirse parte de algo tan grande y que me llena tanto.
Aunque te suene a topicazo, la amistad, al igual que el amor, no consiste en un contrato de por vida. Hay que revisar esos contratos, los hay que finalizan antes o después, los hay renovables, y los hay que cambian sus condiciones modificando sus cláusulas, siempre para obtener un mayor beneficio por ambas partes. Yo he modificado alguno este año, he extinguido otros y he firmado contratos nuevos de los que me siento muy orgullosa. No dejes de revisar los tuyos a ver en que estado se encuentran.
No es que me importe demasiado, pero me he dado cuenta de cómo algunas personas cambian su comportamiento hacia ti cuando tomas una decisión, o cambias de opinión en cuanto a algo. Ante esto solo puedo decir que sigo siendo la misma, y que estoy en mi pleno derecho de pensar hoy blanco y mañana negro. Si quieres seguir a mi lado, ya sabes lo que hay.
He publicado un total de treinta y seis posts, (treinta y siete contando este) y he hablado de muchas de las cosas que vivo, que me preocupan, o que me ocupan, cosas que comparto contigo cada semana, aquí o delante de una copa de vino, eso depende de ti. Ya sabes, estoy de vacaciones pero «si me necesitas, silba.»
Soy consciente de que mis actos me pasarán factura, al igual que mis escritos, pero el saldo a día de hoy es absolutamente positivo.
¿Y tú, puedes decir lo mismo?
Reyes
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