Eso no me lo dices a la cara… ¿O si?
Me he dado cuenta de cómo cambian las cosas cuando «nos echamos a alguien a la cara».
¿Te has parado a pensar si lo que dices de esa persona cuando hablas con otros se lo dirías a la cara? y las conversaciones por whatsapp o los comentarios de Facebook o Twitter, ¿Los dirías igual si tuvieras a la persona delante?
He de reconocer que aunque presumo de ser honesta y de no esconder mis opiniones y defenderlas dónde y cuándo haga falta, la barrera de la pantalla me hace más fuerte. Soy capaz de decir (escribir) cosas que en persona me costaría, llámalo vergüenza o convencionalismo, pero no soy tan valiente como parezco.
Por otra parte, tengo un amigo que dice que es muy importante contar hasta 3 (incluso hasta 10 en casos extremos) antes de escribir algo. La pasión nos puede jugar malas pasadas y podemos dar lugar a malos entendidos, fundamentalmente por la desvirtualización del mensaje, ya sea por el intermediario o por el medio, lo que se dice y lo que se interpreta no tiene por qué coincidir. Un mensaje simple como «Ah, vale» dentro de una conversación escrita puede interpretarse con entusiasmo o desidia, según la predisposición de la persona que lo lee. Claro está que si lo acompañamos de un emoticono, la cosa cambia, ¿eh? 😉
Te voy a proponer una cosa, a ver si solucionamos los malos entendidos. ¿Qué te parece si la próxima vez que tengas algo que decirle a alguien o dudes cómo interpretar algo, llamas a la otra persona y «te la echas a la cara»?
Verás cómo te sorprendes cuando dejes de dar las cosas por supuestas.
Reyes
Es el riesgo que tiene el «no directo» la mala interpretación…..casi siempre interpretamos según estamos en ese momento y hay veces que no coincide con la intención del mensaje. Sí estoy a favor de la regla de los 30 minutos de Albert Espinosa, yo la tengo en práctica y funciona. Pero lamentablemente «en general» ya no se llama, ni los que dicen que lo hacen, no cumplen con un mínimo de feedback…..
Gracias por tu comentario Nuria!
Nosotras somos mas de tomarnos un vino y arreglar el mundo, verdad?
A ver si contagiamos al resto y nos vemos más!
Bss