¡Qué terrible enfermedad!

Ahora que con “la vuelta al cole” todo va a mil por hora, la necesidad de encontrar la calma frente al estresante ritmo de la vida hace que encontrar tiempo para parar y tener un poco de compañía sea más difícil que encontrar una aguja en un pajar. Y si encima quieres que ese parón coincida con el parón de tus amigas para que te escuchen y puedas desembuchar a gusto, el asunto pasa a ser misión imposible. Al final tirar por la calle de en medio e ir directa al chat parece que es lo que nos salva pero, fíjate tú, que esa sensación de soledad sigue haciendo ruido. Y es que a veces no basta con un mensaje de texto porque te niegas a contar tus cosas a la fría pantalla del móvil, sin una mirada que te diga lo mucho que entiende por lo que estás pasando o sin alguien que te escuche, te guiñe un ojo o te diga que todo va a ir bien.
Parece mentira que en esta época en la que estamos más conectados que nunca gracias a las redes sociales, a la hora de la verdad nos sentimos solos. Dicen que estamos dejando a un lado la amistad de toda la vida y la hemos cambiado por una actividad frenética en las redes sociales y en los grupos de Whatspp. Y…es verdad.

¡Qué terrible enfermedad! Ahora lo que está de moda es pasarse las horas mensaje va, mensaje viene y hemos llegado a un punto en el que damos por hecho que hablar en un chat es mucho mejor y más divertido que quedar como lo hacíamos antes. Pero no. No es lo mismo. Y aunque esté muy bien eso de hablar con tus colegas a la vez que preparas la cena o te afeitas la barba, no atiendes igual a la otra persona. Porque charlar con los amigos no es estar pendientes de un “escribiendo…” al otro lado de la conexión. Es un arte donde es tan importante lo que se dice como tocar, abrazar, besar o…escuchar. La cosa ha llegado a tal punto que nos creemos que todo eso tiene el mismo valor que un escueto “ok”. ¡Dichosa enfermedad! Esta forma de entendernos que tanto nos gusta ahora no es gratis y tarde o temprano nos pasar factura porque, aunque la red mola mucho y nos ha facilitado las cosas, eso que tú crees que es amistad de la buena no es más que un lugar donde pasar el rato.


Os lo digo de verdad. La amistad de la buena es algo más que enviar mensajes desde un móvil y esperar que te contesten. La amistad de la buena es esa que nunca te abandona y perder las conversaciones cara a cara con la gente que de verdad te importa está poniendo a prueba lo más bonito que tiene la Humanidad: Tenernos los unos a los otros.

coco.

Fuente de la fotografía: Pinterest.

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