Para quitarse el sombrero

Yo nunca he creído en el Karma. Eso de que todo está en equilibrio y que si tienes una buena noticia después vendrá una mala siempre me ha parecido una tontería, pero después de la última semana vivida, a lo mejor tengo que empezar a creer.

No te voy a contar las cosas malas, porque no me gusta quejarme y tú no me estas leyendo para eso, «Los Bacalaos» somos cualquier cosa menos lloricas. Así que te voy a contar lo que he aprendido, por si te sirve y porque es «Para quitarse el sombrero».

Si, para quitarse el sombrero. Así es el personal del Hospital Universitari Sant Joan d’Alacant. Después de cinco días con ellos sólo puedo tener palabras de agradecimiento y admiración.

Mi admiración hacia el personal por su dedicación, personas con una vocación que desarrollan su trabajo en beneficio de la salud de otros, que empatizan contigo y saben qué hacer para aliviarte y qué decirte para que entiendas lo que está ocurriendo y confíes en que lo tienen todo bajo control.

Admiración a su capacidad de trabajo en equipo. Ver cómo personas de varias especialidades profesionales, diferentes grados de experiencia acumulada y procedencias geográficas distintas son capaces de trabajar todos a una en un quirófano y además tener palabras de agradecimiento y admiración a sus compañeros es sin duda, para quitarse el sombrero.

Mi agradecimiento es para todo el personal con el que me encontré en el hospital:

  • Personal de administración: la primera cara que te encuentras tras la puerta de urgencias, las personas de admisión, o de dirección, que sabes que están pendientes de todo, aunque no las veas.
  • Celadores y celadoras, que te ayudan a hacer cosas de las que tú no eres capaz por ti misma con la mejor de sus caras y sus palabras amables.
  • Auxiliares y enfermeras que te ayudan a sentirte mejor, que aparecen en el momento adecuado y ademas de administrar medicación para el cuerpo, aportan medicación para el alma en forma de consuelo.
  • Matronas: hombres y mujeres que ponen toda su experiencia y sabiduría a tu servicio para intentar que el camino sea el más fácil, aunque sea largo y al final haya que cambiar de dirección.
  • Médicos y residentes, en especial ginecólogas, anestesistas y pediatras, juventud, experiencia y profesionalidad a partes iguales, que hacen que estés tranquila al confiar en sus manos lo más preciado que tienes.

Sirva este post para ensalzar el trabajo que todos ellos hacen todos los días con tantas y tantas personas, en esas y otras áreas, unas más agradecidas que otras, en unos hospitales u otros y en todas las partes del mundo. No se me ocurre un trabajo más humano que el de ayudar a las personas a recobrar la salud.

Eso si, me voy a permitir la licencia de nombrar a las personas con las que me he encontrado en estos días en los servicios de Ginecología y Obstetricia y Neonatos del Hospital Universitari Sant Joan d’Alacant de las que recuerdo los nombres. Ah y por favor, hacerlo extensivo a aquellas que han trabajado con vosotros entre el 9 y el 15 de septiembre pues no alcanzo a recordar los nombres de todos.

Gracias Lolifé, Cristina, Pilar, Rubén, Salud, Marina, Ramón, Paco, María, Inma, Rosa, Nati, Paula, Dafne Alicia, Marina, Ana María, Elizabeth, Cecilia, Rita, Paco, Jesús, Manoli…

Y gracias a ti, Paula, por estar siempre.

Reyes

Imagen: Las vistas de la habitación, sin edición ni filtros, ni mucho tino al encuadrar.

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