El Samurai y la tele.

Tarde o temprano tenía que pasarme esto. Podría dedicarle un libro (o dos) pero como tengo este blog pues me despacho por aquí. Y tan a gusto.
Seguro que sabéis de quién hablo. El típico sabelotodo que se dedica a hacer bolos de sitio en sitio como si de una vedette se tratara, contando lo listo que es y lo mal que lo hacemos el resto de la humanidad. Lo más curioso es que este señor no es alguien que produzca muchos programas, o que cree, fabrique o invente cosas que ayuden o que divierta a la gente. Este tipo vive de los problemas de los demás. Alguna vez escribe libros en los que cuenta cosas que hace y que le pasan. Otras veces participa en conferencias o en algún webinar.
Cuando disparar cañones de humo no le sirve, rápidamente busca otra estrategia. Como, por ejemplo, mofarse de lo que a otros nos preocupa soltando sandeces tipo: “ver la tele es malo”, “hace dos años que dejé de meter en mi cuerpo información cuyo único fin es hacerme removerme en el sofá”, “nada del exterior me afecta y eso me hace vivir en un estado de continuo relax”, “como mis pensamientos son más puros también lo son mis emociones, mis acciones y mis resultados”…
¡Bravo, brindemos por ello!
No sé si este tío sabe que los verdaderos expertos nunca alardean de estas cosas. Que aquéllos que son verdaderos referentes no pueden, ni deben (ni hacen) juzgar las decisiones de otros porque no estén alineados con ellos. Él, sin embargo, es un charlatán que se dedica a contarnos sus dogmas de fe presumiendo, como un predicador más que suelta su misa, de “ayudar a miles de profesionales de las ventas a desarrollarse profesionalmente y vivir una vida plena”. Se cree el nuevo Rey Midas…con un punto naif. Un pico de oro, vestido de líder espiritual, que te va a enseñar cómo venderle la moto a otro. En pocas palabras: un liante.
Reconozco que olvidar la conexión informativa, a veces, es una necesidad pero… ¿dónde queda la actualidad? Una vez leí que los medios de comunicación son como el cerdo. Todo se aprovecha. Otra cosa, muy diferente, es confiar en ellos olvidando que algunos son juez y parte. Todo eso que dicen, a veces, no es verdad del todo. Y precisamente por eso tenemos que estar constantemente atentos e informados. Para que no nos la cuelen. Por suerte cada día somos más los que sabemos diferenciar el grano de la paja, a los vendedores de crece pelo de los verdaderos expertos.
Señor vendedor de humo, ¿cómo imaginas tu profesión sin información?
El verdadero desarrollo personal y profesional no se da sólo leyendo libros como los tuyos o acudiendo a tus eventos y, siendo como eres un hábil comunicador, es una pena que te dejes llevar por el ego y el autobombo. Ser un buen orador no implica sólo tener talento, necesitas el conocimiento. Saber de lo que estás hablando. Y ahí juega un importante papel la información. Un buen profesional siempre está en “talleres” porque sabe que para formar necesita estar informado.
En lugar de repetir como un loro todo eso que has aprendido como si de una letanía se tratara, adáptate a lo que los demás necesitan. Demuestra que sabes aplicar eso que enseñas vestido de conferenciante. Motivarías más si fueras más humano. ¡Quítate el puñetero disfraz de guerrero japonés! Lo que más nos gusta a los humanos es ver a otros humanos con sus luces y sus sombras y a ti…se te ve el plumero.
En mi pueblo dicen que “la gente que no tiene inteligencia acusa a los otros de no tenerla”. Y ahí está el problema para estos “artistas de variedades”. Lo siento. Imposible disimular, pero cuando veo a éstos tipejos sentar cátedra cada vez que hablan … ¿sabéis esa sensación de que no puedes parar de reír? No dejemos que nadie nos silencie. ¡No se lo pongamos fácil! Por mucho que vayan disfrazados de bestsellers en Amazon. Que se esfuercen y trabajen más.
Pienso que cualquier generalización es peligrosa. Y estoy convencida que no siempre somos nosotros quienes han de cambiar para solucionar un problema. A veces lo que tiene que hacer el aguerrido samurai es revisar lo que sabe. Y para eso hay que estar informado. Y sí. Hay que ver la tele.
Así que, la próxima vez que este feriante pregunte: “¿ves mucha tele?” contestadle “¿y tú, por qué vas a la tele?”

 

Coco.

Fuente de la fotografía: Pinterest.

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2 COMENTARIOS

  1. Es cierto que esos predicadores sólo tienen su verdad, y acusan de ignorantes a los que tienen otro enfoque o están más informados, más al dia. Lo peor es que no permiten el debate ni dejan hablar a otros, aunque a veces suelten barbaridades realmente lamentables.

    • Esa es la parte que más rabia me da!!!
      Se permiten soltar auténticas barbaridades y como a alguno se le ocurra llevarle la contraria, rápidamente le bloquean (o cosas por el estilo) para así taparle la boca.
      Gracias por tu comentario!!!

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