Ni París. Ni cigüeña. ¡Del circo!

Lamento decirte que no vienes de París. Ni te trajo la cigüeña. Sólo eres el resultado de una noche (supongo) llena de pasión y mucho amor. Que no es poco.

El amor. Ese sentimiento que hace que el mundo se mueva. ¡Qué bonito es el amor!… en las películas. Siempre lo vemos igual: mucho corazoncito y final feliz. Esa alegría tonta que te acompaña a todas horas. Nos gusta enamorarnos como en las novelas. Ese es el amor que (casi) tod@s buscamos. ¿Vosotros veis amor? Yo todo el del mundo. El mundo se vuelve un poco loco y empiezo a ver amor a todas horas. Son las cosas del querer. Y por mucho que la ciencia avance seguiremos igual. Comportándonos como los protagonistas del circo cuando ese virus nos alcanza. Porque eso es lo que somos. Un auténtico circo con magos y…payasos.

Dicho lo dicho, procedamos. Recuerda que la vida vino sin instrucciones y hay que improvisar sobre la marcha.

“Haz que no parezca amor” te dicen. “El amor ya no vende” (o vende menos). No gusta tanto como las desgracias. Asusta. “El amor es una gran mentira” repiten. Y a fuerza de oírlo llegas al convencimiento de que todos queremos que nos mientan. La clave está en saber mentir y querer ser mentido.

Pues no. ¡Que no te engañen! Es necesario saber cuándo se acaba una etapa de la vida. El pasado ya pasó y hay que ir cerrando puertas o…entrará el frío. El amor es libertad, no sufrimiento. No hay que confundir el tocino con la velocidad. Uno sabe qué es bueno y qué no. No te quedes tó pá ti. Aprende a elegir. Aunque te digan que eso está feo. Los humanos somos un claro ejemplo de cómo convertir las equivocaciones en rutinas y las rutinas en martirios. Como leí una vez: “Los cometas pasan. Las estrellas…permanecen”.

¿Qué pasa? ¿No das con la” estrella”? ¡Qué mal nos queremos! Te voy a decir las cosas tal y cómo son. Me vas a perdonar por la sinceridad. O no. Lo dejo a tu gusto.

Hay ciertas cosas que son universales. Y aunque el tiempo pase y las cosas cambien, hay otras que es imposible que mueran. Hay muchos tipos de amor, cientos de miles. Hay tantos tipos de amor como enamorados.

El amor no entiende de tintes de pelo. Ni de depilaciones. O de tendencias sexuales. Hay gente que nos gusta, gente que nos gusta mucho y gente a la que amamos. Las mejores historias están en la gente. Todo el mundo tiene una historia y la belleza de cada una de ellas está en el ojo de quien mira. Sólo hay que moverse e ir a buscarlas. Te aseguro que la realidad es siempre mejor que la ficción. No es que la supere. Es sencillamente mejor.

De las casualidades nace el amor. Como la magia. Yo creo en la magia. Pero creo en esa magia que va disfrazada de personas normales y corrientes. Sólo hay que estar atento y…aparecerá. La primera vez todas las cosas son mágicas. A todos nos gusta la magia y nos gusta que nos dejen con la boca abierta. Como en el circo.

Pero al amor hay que exigirle mucho. Es por lo que vale la pena todo. Exígele con todas tus fuerzas todos los días. Sin pasarte, claro. Ya sabes eso de que cualquier lucha está justificada siempre que no haya violencia. Aun así, después de un tiempo, hay veces que se acabó lo que se daba. Todo tiene un final y unos límites. Y tú también. ¡Hazte valer! Que no se rían de ti. ¡Y si hay que decir NO, se dice! Es de lo más liberador. Ensaya delante del espejo para poder explicarte lo mejor posible sin hacer daño. No cuesta nada. Y tu corazón se sentirá muy orgulloso de ti.

 

Coco

Fuente de la fotografía: Pinterest.

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